Protestas por entrega de premio a Álvaro Uribe en España

Por su «lucha contra el terrorismo», Álvaro Uribe Vélez recibió el “II Premio Internacional La puerta del recuerdo”. El ex Presidente de Colombia, obtuvo hoy miércoles, el galardón «por su esfuerzo en la consolidación de la democracia en el mundo y su permanente lucha contra el terrorismo», según informaron los organizadores del certamen. En tanto, más de 100 organizaciones sociales rechazan la distinción y piden que Uribe responda ante la Corte Penal Internacional por graves violaciones a los derechos humanos cometidas durante su mandato.

Las razones para que el Observatorio Internacional de Víctimas del Terrorismo conceda a Uribe el II Premio Internacional ‘Lucha contra el terrorismo’, según informaron en un comunicado, estriban en «las firmes políticas de seguridad y defensa implementadas durante su mandato, pese a las difíciles condiciones políticas y sociales de su país, así como por su servicio prestado a la convivencia de todos los colombianos, especialmente de aquellos afectados con la violencia», aseguran desde la institución dependiente del Instituto de Estudios de la Democracia, adscrito a la Universidad San Pablo-CEU (Madrid).

LA “POLÍTICA DE SEGURIDAD DEMOCRÁTICA”, SEGÚN URIBE

Sin embargo, muchos son los motivos y muchas las denuncias que hay respecto de las medidas impulsadas por el ex mandatario, que afirman que éstas promovieron el terror entre la población, justificando su acción en la lucha contra las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, Farc.

Como informara El Ciudadano en la edición impresa de octubre de este año, que Uribe sea merecedor de un premio por “su lucha contra el terrorismo” y ayuda a las víctimas de ésta podría resultar, al menos, cuestionable.

Aludiendo a la búsqueda de la paz de Colombia, Uribe instauró la “política de seguridad democrática”. En ella, el Gobierno redobló los incentivos a los militares que dieran de baja combatientes en la lucha antisubversiva. El año 2008, salió a la luz lo que se venía denunciando desde hace años, que jóvenes pobres, vagabundos o buscadores de empleo eran contactados para ofertas de trabajo, llevados lejos de sus regiones de origen, vestidos como guerrilleros y fusilados para luego ser presentados como bajas propinadas a la guerrilla. Esto se conoció como “falsos positivos”. ¿Resultado? Más de 3.183 víctimas de ejecuciones extra judiciales a manos de fuerzas militares colombianas.

Otras iniciativas represivas fueron la militarización de las ciudades con el aumento exponencial de las fuerzas policiales y militares, la inmersión de la sociedad civil en tareas de seguridad (soplonaje), escuchas telefónicas ilegales contra personas e instituciones opositoras o cercanas a la izquierda, protagonizadas por el Departamento Administrativo de Seguridad (DAS), además de una probable alianza entre paramilitares y el Gobierno, mientras Uribe estuvo en el poder.

Como último apunte, el aumento en los gastos de defensa durante su mandato fue mayor que en Educación. En Defensa se invirtió un 14,2% del Presupuesto General de la Nación, mientras que en Educación sólo llegó a un 13,9%.

“ÁLVARO URIBE: ¡PERSONA NON GRATA!”

Más de 100 Organizaciones No Gubernamentales (ONG) y plataformas sociales, rechazan la distinción que el ex Presidente obtendrá. Agrupaciones sociales, defensores de los derechos humanos, asociaciones de refugiados colombianos, hacen suya esa exigencia. Entre ellas el Movimiento Nacional de Víctimas de Crímenes de Estado (Movice) y entidades internacionales promueven que Álvaro Uribe Vélez responda ante la Corte Penal Internacional y otros tribunales y audiencias por su responsabilidad en delitos cometidos o consentidos.

Entre quienes apoyan y firman esta declaración están Adolfo Pérez Esquivel (Premio Nobel de la Paz 1980 y parte del Jurado Internacional del Premio de Derechos Humanos de Nuremberg), y Nuria del Viso (Coordinadora del área de Paz y Seguridad del Centro de Investigación para la Paz), entre otros personajes de la esfera académica.

Por David Abrigo

El Ciudadano