En enero de 2014 en el estado de Michoacán, México, estalla un conflicto conocido como el levantamiento de las Autodefensas. Pobladores, campesinos y profesionales civiles aburridos de los abusos del narcotráfico y la evidente complicidad de las estructuras de gobierno, deciden tomar las armas y formar policías comunitarias para enfrentar directamente el problema. Un grupo de ellos decide avanzar hacia la zona costera, pero no van solos, los acompañan dos periodistas independientes, Rafael Prime (México) y Nicolás Tapia (Chile). Todo lo que sucedió durante esos convulsos días quedó registrado en sus cámaras y ahora se cristalizan en “Recuperando el Paraíso”, un documental que busca el apoyo independiente, a través de una campaña de crowfunding para poder ser finalizado.
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Conversamos con Rafael y Nicolás, quienes nos dieron más detalle de la increíble historia.
¿Cómo surge la idea de hacer este documental?
N. En realidad todo sucedió un poco de manera fortuita. Nosotros nos conocimos cubriendo las protestas de los profesores en el DF (Capital de México) en 2013, tratando de evitar que a un colega fotógrafo se lo llevara la policía, no logramos evitar la detención de él, pero ese hecho nos llevó a conocernos y establecer una relación de confianza mutua. A partir de ahí yo comienzo a participar más activamente del movimiento de los medios libres en México, así le llaman aquí a la prensa comunitaria, y cuando estalla el levantamiento armado de las Autodefensas en Michoacán, Rafael y yo no la pensamos mucho y nos lanzamos a la zona de conflicto para realizar una cobertura desde una perspectiva comunitaria.
R. Sí la verdad no teníamos idea en lo que nos metíamos, yo ya conocía experiencias similares de levantamientos armados contra el narco y los partidos políticos, me refiero a Cherán, pero no a la escala de lo que sucedía en ese momento en Michoacán. Para explicar esta historia tenemos que partir de una premisa, México está cabrón y la prensa calla o la hacen callar con plomo. El narcotráfico hace mucho que dejó de dedicarse exclusivamente al narcotráfico. Con el paso de los años las capacidades económicas y de fuego que los cárteles han acumulado es alarmante, un poder que no solo pone a la población a sus pies, sino que también a la clase política de todo el país. Sí en Chile son los empresarios sin escrúpulos los que financian a los partidos políticos, en México es el narco y eso se traduce en una constate masacre de la población que queda completamente impune.
N. Por eso es que nos lanzamos para Michoacán, porque sabíamos que algo pasaba pero la prensa no dejaba claro el qué. Como medios libres dijimos: no pues, es una oportunidad de romper el cerco informativo, no podemos dejar que solo la prensa del capital cubra lo que esta sucediendo allá. Se nos sumaron dos compañer@s, conseguimos un carro prestado, un número de teléfono de otro colega para que allá nos recibiera y nos fuimos.
¿Y con qué se encontraron allá?
R. Pues lo único que teníamos claro era que no queríamos poner las cámaras donde ya estaban las de televisa y tv azteca, queríamos conseguir nuestras propias historias, nuestros propios personajes, así es como logramos contactar con un grupo de exiliados por el narco de la comunidad de Santa María Ostula, que se encontraban clandestinamente en la región de la sierra pidiendo el apoyo de otras comunidades para ir a liberar la costa, toda la zona donde viven las comunidades indígenas Nahua. Confiaron en nosotros y nos permitieron sumarnos a su levantamiento por la costa. Una vez que llegamos, los testimonios que comenzamos a recoger eran desgarradores.
N. Michoacán es una tierra fértil, por generaciones sus habitantes se han dedicado al agro porque la naturaleza es muy dadivosa por allá, pero poco a poco los delincuentes comenzaron a mirar hacia estos lucrativos negocios y aplicaron la extorsión contra los productores de aguacate, zarzamora, limones, fresas, papaya y mango. En la práctica significa que los «Caballeros Templarios» exigen un pago a los campesinos por el solo hecho de trabajar y como si eso no fuera suficiente, también controlan los precios de venta, les obligan a vender el producto agrícola a ellos mismos, a los delincuentes que extorsionan al productor, quienes finalmente se encargan de exportarlo al exterior, principalmente al mercado estadounidense, todo ante la pasividad cómplice del gobierno, las policías y los militares.
R. La extorsión claro, se inicia con “las cuotas” para quienes trabajar la tierra, pero luego siguen las violaciones y decapitaciones por cualquier nimiedad. En la costa de Michoachán era común que se reclutara a la fuerza talamontes, gente que fuera a sacar la “sangualica” un tipo de madera muy fina y que abunda en las tierras de las comunidades Nahua. Las comunidades indígenas veían como sus bosques desaparecían en manos del crimen organizado, que utilizaba las máquinas de la municipalidad para trasladar la madera al puerto de Lázaro Cárdenas, donde era enviada a China, a pesar de que en el papel es ilegal explotar la “sangualica” porque está en peligro de extinción.
¿Y como se involucran en la lucha de Santa María Ostula?
N. La comunidad de Santa María Ostula fue de la principal afectada con este saqueo de sus recursos naturales, justamente con quienes habíamos hecho contacto para llegar a la zona. Así es como nos vamos involucrando más con ellos y en las noches de vigía nos enteramos que no estábamos participando en el primer levantamiento armado en la zona, ya en 2009 ellos habían formado su policía comunitaria para recuperar unos terrenos que estaban siendo utilizados por el crimen organizado para sus operaciones clandestinas. Por un corto período de tiempo logran expulsar al narco del lugar y fundaron ahí un nuevo pueblo, Xayakalan, pero la respuesta fue brutal, 32 personas fueron asesinadas en el transcurso del 2010 y muchos otros tuvieron que huir para salvar sus vidas.
R. Y justamente con ellos era con quienes estábamos compartiendo esos días, los que habían huído pero ahora aprovechaban el levantamiento de las Autodefensas para volver a recuperar su comunidad de las manos del narco. Ahi es cuando decidimos que no podíamos solo quedarnos en una cobertura que estábamos realizando, sino que debíamos contar la historia completa, teníamos que hacer un documental sobre Ostula.
¿Cómo continuaron desarrollando la producción del documental? ¿Han vuelto a la zona?
N. Cuando se nos acabó el dinero ya tuvimos que regresarnos al DF, pero aún no se nos bajaba la adrenalina de la experiencia, así que comenzamos a recopilar información sobre lo sucedido en 2009 en Ostula, y por esas casualidades de la vida, José Arteaga, que era amigos de ambos y que también había participado con nosotros en la cobertura de las movilizaciones de los maestros, había estado en la costa en esos años, tenía grabada la fundación de Xayakalan y conocía al dedillo la historia.
R. Sí, por así decirlo hicimos la combinación perfecta -jajaja.
N. Sí, Rafael y yo teníamos muy buen material, pero la historia no se completaba sin lo que José había grabado cinco años atrás. A partir de ahí ya hubo marcha atrás. Organizamos tres o cuatro viajes más a la zona, entablamos una relación directa con la comunidad y su asamblea, la cuál acepto nuestra propuesta y nos dieron luz verde para llevar a cabo el documental.
¿Por qué una campaña de Crowdfunding?
R. Como decíamos al principio, México está cabrón. Hay infinidad de abusos y atropellos a la comunidades, pero al mismo tiempo hay también muchas luchas dignas por sobrevivir y que constantemente son invisibilizadas y negadas por la prensa tradicional. Nosotros queremos hacer un documental que traiga a la luz por lo menos una de esas luchas, y lo estamos haciendo de manera independiente porque la prensa tradicional y la industria cinematográfica son cómplices de ese silencio. Conseguir financiamiento dentro de la industria audiovisual mexicana o con programas de gobierno no nos parece correcto, porque al final del día ellos están ligados a las esferas de poder que controla el narco, la industria cinematográfica siempre ha sido muy complaciente con el sistema político mexicano.
N. Por eso es que decidimos levantar una campaña de crowfunding para “Recuperando el Paraíso”, creemos que es lo más coherente y respetuoso con la historia que ha vivido la comunidad de Ostula. Comenzamos todo esto de manera independiente y queremos acabar de la misma manera, no queremos dinero manchado con la sangre de los y las mexicanas.
El Ciudadano
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