El Parlamento terminó por decirle adiós y hasta nunca más a la Ley Hinzpeter. Con un rechazo de 51 votos contra 43, la Cámara de Diputados desestimó el proyecto de ley que desde octubre del 2011 hace ruido al interior del Congreso. Al final la callé retumbó más fuerte, el movimiento popular no cedió y con la misma dosis de protesta terminó por darle vuelta la mano. Aún así, el abogado Rodrigo Román no descarta próximas represiones en lo que será el gobierno de Michelle Bachelet.
Rodrigo Román, abogado de la defensoría popular y uno de los principales detractores del proyecto de ley, ve en el rechazo definitivo a la Ley Hinzpeter una buena noticia para una sociedad que se dice democrática y en Estado de derecho. Esto es no es otra cosa que el triunfo de los movimientos populares, dice Román quien explica que, “el único propósito de este proyecto era criminalizar la protesta y la disidencia social”.
Pese a esta victoria, Rodrigo habla de estar atentos, “ya ganada la segunda vuelta sabemos que nada va a cambiar en Chile”, dice el abogado y agrega, “las mismas herramientas del derecho penal van a ser utilizadas por estos gobernantes para reprimir tal cual lo hicieron el año 2006 cuando eran Gobierno”.
Para Rodrigo, lo que sucedió en el Parlamento fue una estrategia populista de parte de los adeptos de la Presidenta electa, “la mal llamada Nueva Mayoría, que es esta Concertación disfrazada, ha hecho una lectura populista sabiendo que si ellos le daban el visto bueno a la ley luego se iban a encontrar con mayor resistencia de parte del movimiento social.”
Finalmente, Rodrigo Román sentencia, “hay que estar cauteloso porque esta falsa Nueva Mayoría siempre ha criminalizado la disidencia de distintas maneras. Lo que hicieron ahora fue no colgarse de la derecha, pero los artífices de este partido son todo ese grupo que también ha golpeado al movimiento social a través de la represión”.
Por María Jesús Ibáñez C
El Ciudadano