El Senado aprobó este miércoles la acusación constitucional presentada en contra del ministro de la Corte Suprema, Sergio Muñoz Gajardo.
Tras más de 8 horas de argumentaciones por parte de los parlamentarios, con 27 votos a a favor y 21 en contra, se aprobó el primer capítulo del líbelo que establece que «el acusado incurrió en la causal de notable abandono de sus deberes al anticipar un fallo que produciría efectos patrimoniales importantes respecto de su hija y no manifestar la inhabilidad en una causa con interés patrimonial».
Mientras que con 25 a favor y 23 en contra se refrendó el segundo capítulo que plantea que «el acusado incurrió en la causal de notable abandono de sus deberes al no ejercer funciones correccionales y omitir denunciar la falta de su hija, quien desempeñó su función judicial fuera del territorio jurisdiccional».
Tras este resultado, Muñoz resultó destituido de su cargo en el máximo tribunal del país e impedido de ejercer cargos públicos durante cinco años.
También se convirtió en el primer supremo destituido luego de que en 1992 ocurriera lo mismo con Hernán Cereceda.
¿De qué se acusó al juez Muñoz?
La acusación presentada por Chile Vamos ―y que fue unificada con la dirigida a la removida ministra Ángela Vivanco―, fue aprobada el pasado 9 de octubre por 97 votos a favor en la Cámara de Diputados, para ser posteriormente discutida en el Senado.
En la acción legislativa, que fue respaldada por los senadores de la coalición, además de los legisladores del Partido Republicano, Partido Social Cristiano; el independiente Karim Bianchi y los demócratas Ximena Rincón y Matías Walker, se acusó un notable abandono de deberes por parte del juez.
Los parlamentarios de oposición, señalaron al expresidente de la Corte Suprema de cometer una serie de hechos que presentaron en dos capítulos de la acusación.
El primero se refirió a un “notable abandono de deberes, al anticipar un fallo que produciría efectos patrimoniales importantes respecto de su hija y no manifestar la inhabilidad en una causa con interés patrimonial“.
Presuntamente, Muñoz le habría notificado a su hija, Graciel Muñoz, jueza titular del 12° Juzgado de Garantía de Santiago, que la Corte Suprema rechazaría la ejecución de un proyecto inmobiliario —caso Fundamenta— en el cual ella invirtió y posteriormente retiró sus fondos.
El segundo capítulo también se relaciona con su hija. En el libelo se planteó que “el acusado incurrió en la causal de notable abandono de sus deberes al no ejercer funciones correccionales y omitir denunciar la falta de su hija“.
Ello debido a que Graciel Muñoz, habría realizado su actividad como jueza de forma remota desde Italia.
Sin embargo, según consignó The Clinic, de forma interna, se habría comentado que el libelo contra Muñoz apeló a otras cuestiones, entre las que figurn la posición que el ahora exministro de la Corte Suprema adoptó en fallos anteriores, «los cuales no serían del agrado de la oposición».
De hecho, durante el debate previo a la votación, legisladores del oficialismo plantearon que esta acusación busca «castigar» al magistrado por sus fallos en el pasado, incluyendo condenas por asesinatos perpetrados durante la dictadura.
Sergio Muñoz, «un juez incómodo para muchos»
El senador Gastón Saavedra (PS) afirmó que «esto es un ajuste de cuentas por su trayectoria, más que por una falta que justifique su destitución y sanción», consignó Emol.
Por su parte, la senadora Paulina Vodanovic (PS), también expresó su preocupación por la acusación de un juez «incómodo para muchos» y llamó a sus pares a defender la independencia del Poder Judicial.
«Debemos defender la independencia del Poder Judicial y de los ministros de la Corte Suprema, para que tomen decisiones basadas en sus convicciones, sin ceder a intereses externos y resolviendo conforme a derecho», dijo en su intervención.
Posteriormente, la parlamentaria declaró a la prensa que el juez Muñoz «ha sido juzgado y condenado por hechos distintos a los que se señalaban en el libelo acusatorio y que tienen que ver con sus pronunciamientos judiciales, por haber sido un juez que se pronunció siempre a favo de las causas de derechos humanos, de los derechos sociales y que produjo incomididad».
«Finalmente hoy día, quienes amarraron el destino de dos ministros que estaban acusados por hechos distinos, de épocas distintas, en una cosa que constituye una aberración jurídica, salen victoriosos perjudicando la independencia del poder judicial», planteó.
Según Vodanovic, a Muñoz «se le acusó de hechos que fueron probados de manera muy imperfecta».
Asimismo, ratificó el compromiso del ahora exministro de la Suprema con la causas de derechos humanos.
«Ustedes vieron a las agrupaciones de derecho humanos apoyándolo acá», enfatizó.