Tras cumplir 53 días en huelga de hambre líquida, este lunes el machi Celestino Córdova anunció a través de un comunicado público que desde esta jornada comienza una huelga de hambre seca. Las razones de esta medida de fuerza las encabeza la solicitud de poder asistir por 48 horas a su rewe, con el objetivo de renovar su centro ceremonial.
Una petición que -recordemos- ya lo mantuvo durante 100 días sin ingerir alimentos. «Si me ha tocado sacrificar mi vida, lo hago con gusto y orgullo», declara Córdova en su documento.
«Por el respeto y derecho para todos los pertenecientes a pueblos indígenas, exijo la libertad de ejercer nuestra propia creencia espiritual y ceremonial en el interior (y exterior) de las cárceles del país, cuestión que es igualmente URGENTE», señala en la misiva el machi.
El líder espiritual -quien se encuentra recluido en la cárcel de Temuco- exige además poder habitar módulos exclusivos para miembros de los pueblos indígenas en los centros penitenciarios del país, acorde a sus vidas y costumbres. Junto con ello, demanda la aplicación del Convenio 169 de la OIT sobre Pueblos Indígenas.
Celestino Córdova profundiza en sus exigencias, pidiendo la restitución de las tierras reclamadas por el Pueblo Mapuche y una indemnización y compensación «por los daños causados histórica y actualmente por actos de lesa humanidad por parte del Estado chileno». Además, demanda «la absolución de todas y todos nuestros peñi y lamieng perseguidos política y judicialmente por causa mapuche».
Casi al final de su misiva el machi Celestino advierte que «ante un desenlace fatal y posible fallecimiento» hace responsables a una serie de autoridades políticas, encabezadas por el Presidente Sebastián Piñera y por Andrés Chadwick y Hernán Larraín, ministros de Interior y Justicia, respectivamente. Junto a ellos menciona a la Directora Nacional de Gendarmería, Claudia Bendeck, al Alcaide de la Cárcel de Temuco, Cristóbal Ortega, y al Intendente de la Araucanía, Luis Mayol.
Córdova concluye su comunicado exigiendo que se le garantice que no se le realizará «ningún tipo de intervención de la medicina occidental previo y posterior a mi fallecimiento».