El ministro (s) en visita extraordinaria para causas por violaciones a los Derechos Humanos de la Corte de Apelaciones de Valparaíso, Max Cancino, condenó a 7 funcionarios (r) de la Armada por su responsabilidad en el delito de secuestro con grave daño en contra del miembro del MIR, Abelardo Enrique Zamorano Barrera, hecho ocurrido entre marzo y abril de 1974 en la ciudad porteña.
En el fallo, el juez condenó a Ricardo Riesco Cornejo, Juan de Dios Reyes Basaur, Valentín Riquelme Villalobos, Bertalino Castillo Soto, Héctor Santibáñez Obreque, Jaime Lazo Pérez y Alejo Esparza Martínez a 5 años y un día de presidio efectivo, más la inhabilitación absoluta perpetua para cargos, oficios públicos y derechos políticos, así como también para profesiones titulares mientras dure la condena.
Cabe destacar que Cancino no accedió a la solicitud de la defensa en orden a que el cumplimiento se hiciera efectivo en los domicilios de los sentenciados.
Zamorano fue detenido en la Plaza Victoria de Valparaíso el 25 de marzo de 1974 y conducido al Cuartel Silva Palma por tres personas del Servicio de Inteligencia Naval que vestían de civil. El único antecedente que tenían para ello era su militancia en el MIR.
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En dicho recinto de torturas, «un grupo de sujetos, mayormente pertenecientes al cuerpo de Infantería de Marina de la Armada de Chile, lo sometió a crueles y repetidos tormentos, apremios, amenazas y extensos interrogatorios con golpes y corriente eléctrica, incomunicación e inclusive se le privaba de alimento y agua», se lee en el fallo. Junto con ello, mientras estaba encapuchado en su celda era obligado «a escuchar los interrogatorios y torturas de otras personas».
Dichos procedimientos -agrega Cancino- «fueron utilizados por el grupo de interrogadores de manera sistemática y como medio de obtener información acerca de la individualización y ubicación de otros integrantes del movimiento».
Abelardo Zamorano permaneció detenido en ese lugar por un mes, aproximadamente, siendo trasladado posteriormente a un campo de detención denominado «Isla Riesco».
El juez destaca que los apremios físicos y psicológicos sufridos por el miembro del MIR durante su encierro en el Cuartel Silva Palma fueron corroborados por los testigos Alfredo Saieg y Rodrigo Alcázar Zuanich, quienes vieron «cuando la víctima era sometida a interrogatorios y torturas».
En el aspecto civil, el fallo ordenó al fisco pagar una indemnización de $70.000.000 por concepto de daño moral a la víctima.