Siete internos del módulo 53 y 54 del penal de Valdivia iniciaron hoy una huelga de hambre seca denunciando aislamiento de sus familias, lentitud del proceso de traslado y malas condiciones de vida en el penal. «Nuestro objetivo es ser trasladados a cualquier penal de la Región Metropolitana o a nuestros respectivos penales de origen, y que allá se nos de la posibilidad de reinserción social integrándonos a talleres laborales de trabajo y retomando nuestros estudios», indican.
Los reos, que son todos de Santiago y afirman haber agotado todas las instancias formales de petición, indican que están a un día distancia de sus lugares de orígenes, aunque la ley dice que no pueden estar a más de 300 kilómetros; «por ende no tenemos la posibilidad de poder estar con nuestras esposas, hijos y seres queridos». Además, explican, que los horarios de visitas sólo les permiten verse una hora y media con sus familiares, ya que estos viajan desde Santiago.
«Eso no es posible y, por ende, muchos de nosotros hemos perdido a nuestras familias, esposas e hijos por las irregularidades inhumanas de este penal, ya que, por ejemplo, llevando todos más de un año no nos han dejado estar con nuestras esposas en visita conyugal. Habiendo alrededor de 20 piezas para ocupar, sólo permiten que ocupen de 6 a 7 piezas y solamente una vez al mes», declaran en un comunicado.
Asimismo, el comunicado firmado por los reos Oscar Daniel Vásquez Contreras, Raúl Moisés Pérez Velázquez, Francisco Javier González Alarcón, Eduardo Javier Coloma Avelo, Víctor Rolando Sepúlveda Zúñiga, Patricio Javier Cid Baeza, y Cesar Alejandro Pedrero Carrasco, señala que llevan más de un año sin solución mediante el conducto regular que establece Gendarmería, por lo que «necesitamos que se nos traslade a nuestros lugares de orígenes o a cualquier penal dentro de la Región Metropolitana»
Además denuncian otras dificultades: «No nos autorizan entrar nuestras ropas de invierno, somos discriminados porque no tenemos apoyos familiares, no nos entregan el dinero que nos envían por correo nuestros seres queridos, ni nuestras encomiendas con útiles de aseo, que han sido devueltas a Santiago sin motivo», indican.
Asimismo, denuncian las nulas posibilidades de reinsertarse: » Todos llevamos más de 5, 8 y 10 años privados de nuestras libertades y a ninguno se nos ha dado la oportunidad y posibilidad de una reinserción social, ya que no nos toman en cuenta y no se nos evalúan nuestras conductas. ¿Dónde están nuestros derechos humanos de poder trabajar en talleres laborales para poder sustentar a nuestras familias económicamente y poder ayudar a nuestros hijos para que puedan tener sus respectivas educaciones? A ninguno de nosotros se nos ha dado la oportunidad de reinserción social mediante talleres de trabajo que existen dentro de los respectivos módulos 53 y 54″, afirman.
«Ya expuesto todo lo anterior, hemos tomado la decisión de iniciar una huelga de hambre seca, sabiendo que estamos atentando con nuestras respectivas vidas, cociendo nuestras bocas, dejando de ingerir cualquier tipo de alimentos tanto sólidos como líquidos (…) cualquier cosa que nos suceda, va a ser única y exclusivamente responsabilidad de Gendarmería de Chile «, concluyen.
El Ciudadano