Tania Bruguera es una artista plástica conocida en Cuba por su arte provocador y alternativo con el que busca la reacción y participación de la audiencia. A través de su obra, centrada en su interpretación de temas políticos y sociales, la artista promulga un arte útil que define como «una manera de trabajar con experiencias estéticas que se enfocan en la implementación del arte en la sociedad, donde la función del arte ya no es un espacio para señalar problemas sino un lugar desde el cual crear propuestas e implementar posibles soluciones. Deberíamos volver al momento en el cual el arte no era algo que se veneraba, sino algo sobre el cual se generaba. Si es arte político, debe lidiar con consecuencias, y si lidia con consecuencias, pienso que debe ser arte útil«.
Precisamente las consecuencias de su arte político -y por lo tanto útil- es lo que le ha llevado a ser detenida en varias ocasiones. El pasado 30 de diciembre la artista fue arrestada tras convocar una performance en la Plaza de la Revolución de La Habana para que los ciudadanos, a través de micrófonos abiertos, expresaran libremente durante un minuto sus ideas a propósito del restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Cuba y Estados Unidos.
Tania Bruguera fue arrestada por la Seguridad del Estado junto a otros activistas, periodistas y ciudadanoas que intentaron asistir a la performance #YoTambiénExijo que, supuestamente, no contaba con la autorización oficial.
En la declaración de principios de la acción artística #YoTambiénExijo, se especifican algunas instrucciones a cumplir para participar en la performance, como que cada persona que lo desee tendrá un minuto para hablar frente al micrófono, que «la regla principal de este trabajo es que todas las críticas son bienvenidas y el público no puede detener la intervención. Si alguien no está de acuerdo puede usar su minuto en el micrófono para ofrecer una opinión diferente«; o que «la vulgaridad, blasfemia, maldición, llama a la violencia, la discriminación o afrentas a la integridad de las personas, no será aceptado«.
La performance de Burguera fue interpretada por las fuerzas de seguridad de la isla como una provocación ilegal que alteraba el orden público, motivo por el cual la artista junto a otros activistas fueron apresados cuando se dirigían a la plaza de la Revolución. Al parecer, la performance era ilegal porque, aunque la artista pidió permiso para llevarla a cabo, la autorización fue denegada por las autoridades de la isla.
Aunque actualmente se encuentra en libertad, tras su detención la autoridad policial le comunicó que se encuentra ‘libre bajo instrucción’ y está a la espera de si se abre o no un jucio en su contra, por lo que no podrá salir de Cuba durante los próximos meses. Bruguera está acusada de resistencia y alteración del orden público. La organización Human Rights Foundation exige al gobierno liderado por Raúl Castro que retire los cargos de resistencia y alteración del orden público que pesan sobre la artista. Thor Halvorssen, presidente de HRF defiede que «la única arma de Bruguera era un micrófono y su determinación para hacer brillar un rayo de luz en la oscuridad de una dictadura militar que ha censurado cada palabra independiente en Cuba durante los últimos 56 años«.
Tania Burguera, tras ser puesta en libertad renunció a su membresía en la Unión de Escritores y Artistas de Cuba -conocida por sus siglas Uneac- y devolvió la Distinción por la Cultura Nacional que le fue entregada en 2002. Según lo declarado por la artista, no quiere ser parte de instituciones que «en vez de abrir un diálogo y un espacio para el análisis estético, criminalizan, juzgan, reducen la respuesta hacia una obra en la generación del miedo hacia la obra y que además se desentiende«.
La artista plástica denunció que consideraba triste el hecho de que un gobierno considere una amenaza que sus ciudadanos opinen a micrófono abierto en una plaza,»¡Qué triste un gobierno que meta preso al público de una obra de arte!«.
Es importante aclarar que Tania Burguera no se opone al progreso de Cuba, pero opina que «Cuba no puede abrirse al mundo sin abrirse antes a los cubanos«.
Por el momento la artista debe esperar a que la Fiscalía se pronuncie sobre su caso tras el proceso de instrucción en el que se decidirá si se abre un juicio en su contra, por lo que tiene que permanecer en Cuba al menos, durante 60 días.