El Vigesimosexto Juzgado Civil de Santiago condenó a un médico traumatólogo y a una clínica privada por su responsabilidad en la intervención quirúrgica negligente de un paciente a quien se le dejó dentro del pie derecho un tornillo.
El tribunal acogió parcialmente la demanda deducida y condenó al profesional y al recinto de salud a pagarle al paciente afectado las sumas de $1.245.215 por concepto de daño emergente y $25.000.000 por concepto de daño moral.
En el fallo, el juez Ricardo Cortés Cortés estableció que los demandados actuaron sin el debido cuidado y la diligencia que la lex artis médica exige, incurriendo en una negligencia inexcusable.
“Que corresponde determinar si entre el demandante y los demandados existió un vínculo jurídico previo y válido”, señala el dictamen.
Tornillo olvidado en el pie
Al analizar los documentos y los antecedentes del caso, el juez pudo determinar que entre el médico demandado, Alejando Espinosa Cereceda; la clínica demandada La Acacias; y el demandante, «se celebró un contrato de prestación de servicios médicos, en cuya virtud el médico se obligó –entre otros– a realizar la cirugía ya mencionada con toda diligencia y cuidado, y la clínica a poner a disposición de la paciente el respetivo equipo médico e insumos; y el actor a pagar el costo de la misma».
Asimismo, concluyó que los demandados actuaron sin el debido cuidado y la diligencia que la lex artis exige, «al dejar dentro del pie derecho del actor uno de los tornillos, sin realizar una radiografía de control al final de la operación de septiembre de 2018, a modo de verificar que todos los tornillos habían sido retirados del cuerpo del demandante», consignó el Poder Judicial en un comunciado de prensa.
Para el tribunal, los hechos constituyen una negligencia inexcusable cometida por los demandados, tanto, por el médico Espinosa Cereceda, por «decidir no practicar una radiografía de control, como por el equipo que le prestó asistencia durante la cirugía, de la Clínica Las Acacias, al no advertir que no se habían retirado todos los tornillos».