Este viernes culminó el juicio oral en contra del reportero independiente Felipe Durán y del comunero mapuche Cristián Levinao, siendo los dos absueltos de forma unánime de todos los cargos en su contra, ante la falta de pruebas contundentes. Sin embargo, ambos alcanzaron a pasar más de 300 días de prisión preventiva.
En este contexto, el Sindicato Nacional de Trabajadores de Medios de Comunicación Independientes ARI -agrupación a la que pertene Durán- agradeció la solidaridad manifestada durante todo este tiempo, señalando que el fotógrafo sufrió «la persecución y represión del gobierno de Chile y las grandes empresas trasnacionales».
Junto con acusar un «montaje político», ARI es enfática en señalar que «la difusión y la libertad de prensa no son delito», como tampoco «la libertad de informar e informarse».