Una señora en silla de ruedas mantuvo a dos de sus vecinas como esclavas y las golpeaba con un bate de béisbol. Para ello, contó con el apoyo y complicidad de su desquiciada familia, en Coventry, Reino Unido.
Jean Kelly (la secuestradora), de 53 años, secuestró a Kate Dagley, de 45 años, y su hija Karen Jenkins, de 27, y las sometió a brutales palizas y las alimentaba únicamente con pasta seca. Como único “pago” le dio un cigarrillo a una de sus víctimas durante la horrorosa experiencia.
Increíblemente, Kelly describió su vivencia como una «macabra delicia», en referencia al abuso infligido a la madre y la hija.
La victimaria, junto su esposo Michael, de 43 años, mantuvieron a Dagley prisionera en su casa en la misma torre donde ella vivía.
En tanto, Jenkins fue utilizada como esclava por la hija sus captores , Anastasia Hitt, de 25 años, y su compañero, Ian Healy, de 29.
Además, a Jenkins se le encontró el esternón fracturado y un dedo roto, mientras que su madre tenía dos fracturas en la espalda y dos costillas rotas.
Tanto Jenkins como su progenitora lograron salvarse cuando la policía recibió un aviso anónimo y allanaron los pisos donde se guardaba a las mujeres.
Kelly fue declarada culpable de dos cargos en virtud de la Ley de esclavitud moderna. En tanto, su familia admitió todos los asaltos. El trío será sentenciado el próximo mes.
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