Un brutal episodio de violencia fue denunciado por un vendedor ambulante de nacionalidad ecuatoriana, quien aseguró haber sufrido una golpiza en la comuna de Providencia, por parte de funcionarios municipales que, en teoría, fiscalizaban el comercio informal en las calles de ese sector oriente de la capital.
A través de una declaración presentada a fines de agosto, Víctor William Angulo Quezada señaló que reside en Chile desde el año 2000 y que trabaja en el comercio informal en Providencia hace 10 años. También se identificó como como estudiante de maquillaje, efectos especiales y diseño capilar.
Según su descripción de los hechos, el día 9 de agosto, cerca de las 15 horas, mientras trabajaba en la esquina de Providencia con Tobalaba, fue «rodeado por 5 hombres, entre ellos uno que vestía polera negra y lentes ópticos con altura aproximada de 1,75, piel blanca”. Este último, expone Angulo, “me preguntó mi nacionalidad, mientras otro me pedía mi pasaporte o carnet, el cual me negué en primera instancia a mostrar, ya que era con intimidación y amenazas por parte del restante grupo que me acusaban de varios hechos que desconocía y me generaron pánico”.
El hombre dice que se percató que lo llevarían en un “bus amarillo”, por lo que se resistió “hasta que apareció un supuesto civil de Carabineros, que después de revisar mis pertenencias me empujó de espalda esposado y fui subido al bus”.
Víctor Angulo asegura que dentro del bus habían más de 10 personas. «Fui colgado y expuesto a insultos, escupitajos, apretones y golpes testiculares entre aproximadamente 15 hombres y mujeres”, denuncia.
A esto agrega que «el supuesto carabinero se paró sobre mis testículos y con su rodilla me producía casi pérdida de conocimiento por el dolor generado por este torturador sin poder protegerme esposado, este mismo individuo no me devolvió mi carnet vigente, obligándome a usar mi carnet vencido para que la guardia de turno en comisaría no me acuse de no identificarme”.
El ciudadano ecuatoriano declara que en la 19° Comisaría de Providencia, ubicada en calle Miguel Claro, le quitaron su teléfono móvil, por lo que no pudo informar al consulado ecuatoriano.
Por otro lado, frente a la “evidente inflamación” en sus testículos, pidió al personal policial el traslado a un centro asistencia. El testimonio de Angulo indica que los carabineros se negaron y que querían llevarlo a un calabozo, pero como los otros detenidos insistieron, los uniformados decidieron llevarlo al Centro de Salud Familiar El Aguilucho, «lugar donde los médicos no quisieron extender el certificado de lesiones por mi precario estado, realizando una interconsulta hacia la posta Salvador, lugar donde finalmente me mantuvieron en observación hasta la madrugada”, concluye el relato.
“Medidas de carácter clasista y racista”
Desde la Coordinadora Nacional de Inmigrantes sostienen que Angulo Quezada, “fue vejado y golpeado por personal de la Municipalidad de Providencia a raíz de su trabajo como vendedor ambulante y por su condición de migrante”.
“Estas medidas de carácter clasista y racista, persiguen y criminalizan a los trabajadores más precarizados del país, siendo en muchos casos personas migrantes que ante la dificultad en el acceso al trabajo formal encuentran en la venta ambulante un modo de subsistencia”, plantean desde la organización.
La Coordinadora sostiene que “la persecución únicamente genera mayor precariedad y no resuelve el problema de fondo, que no es otro que la exclusión de una gran parte de la población de Chile del mercado laboral formal”.
Desde la agrupación pidieron además una “investigación administrativa y judicial imparcial” para determinar la responsabilidad por las agresiones sufridas por el trabajador ecuatoriano. También exigieron la eliminación de los planes de persecución contra el comercio ambulante, iniciados en comunas como Providencia y Santiago y la apertura de mesas de diálogo con la participación de los diferentes sectores implicados.