Victoria ante la violencia vicaria, tras ocho años de lucha

Andrea Lezama es la denunciante del primer hombre en ser vinculado a proceso por violencia vicaria en Latinoamérica

Victoria ante la violencia vicaria, tras ocho años de lucha

Autor: Daniel Jiménez

La batalla que Andrea Lezama libró durante ocho años para volver a estar cerca de su hijo tuvo origen en los celos e inseguridades de su expareja, y se agravó cuando se encontró ante un sistema judicial que la revictimizó y tomó su caso como un simple pleito marital en lugar de un proceso por violencia vicaria.

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La poblana de 29 años de edad es actualmente conocida por ser la denunciante del primer hombre en ser vinculado a proceso por violencia vicaria en Latinoamérica, sin embargo, cuando todo comenzó, ella no tenía idea de la situación que vivía.

Esto, porque Andrea es la primera en reconocer que no supo identificar las conductas machistas del padre de su hijo ni creyó en las amenazas que él le hacía sobre sustraer al menor y ponerlo en su contra simplemente porque decidió estudiar una carrera universitaria.

Asimismo, el término violencia vicaria era nuevo para muchos abogados y funcionarios del Poder Judicial, por lo que no podían comprender lo que le estaba sucediendo a ella, ni a lo que se refería cuando señalaba el comportamiento de su expareja.

Desde 2016 inició un proceso legal por recuperar a su hijo, quien a la edad de un año y 10 meses fue sustraído por su padre y trasladado hasta Baja California Sur como una represalia por la decisión que ella tomó de estudiar comunicación.

Una vez que decidió luchar para recuperar la custodia del menor de edad, Andrea se acercó a colectivas, donde conoció a otras mujeres que han vivido la misma situación que ella, y fue a través de estos grupos que ella pudo reconocer las conductas machistas y violentas del padre de su hijo, así como las acciones que emprendió para que el menor tomara un lado en este conflicto.

«Yo no sabía que él tenía conductas machistas y violentas. Me costó mucho entenderlo y esto fue hace dos años, casi tres, que es cuando conozco a un grupo de madres que están en la misma situación, y me doy cuenta de que los patrones son muy similares. Entonces realmente nunca lo noté. Él sí me amenazó con que me iba a quitar a mi hijo, pero yo no le quise creer, porque se supone que es la persona que lo ama»

Andrea Lezama

En entrevista para El Ciudadano México, relató que el calvario que tuvo que atravesar para estar de nuevo con su hijo también fue en gran medida responsabilidad de autoridades judiciales, ya que en muchas ocasiones terminaron revictimizándola y tomando su situación de violencia vicaria como un simple pleito marital.

Y es que mencionó que entre los más de diez abogados que consultó para su caso, muchos no estaban capacitados para atender situaciones como las que ella vivía, pues opina que carecían de la intención para aplicar perspectiva de género y la capacidad en la materia que corresponde, pues refirió que ellos miden con la misma vara el litigio para recuperar una propiedad que para un hijo.

Incluso mencionó que ella misma tuvo que iniciar una carrera en Derecho por la necesidad de comprender mejor, y con lujo de detalle, la violencia que su expareja estaba ejerciendo en contra de ella, porque los abogados y funcionarios del Poder Judicial no entendían el tipo de violencia que vivía.

«Los abogados muchas veces no están capacitados. Yo tuve diez y tuve que verme en la necesidad de estudiar para entender lo que estaba pasando. Hace falta mucha perspectiva de género. Hace falta que realmente se capaciten, porque no lo hacen, y que también litiguen en la materia que les corresponde»

Hacen falta ministerios públicos más capacitados

Mencionó que la incapacidad de abogados y funcionarios del Poder Judicial la hicieron perder varios años en este proceso, provocando que su hijo y ella se reunirán cuando él ya había cumplido 8 años, no obstante, todo fue posible gracias a que siguió avanzando, «tocando puertas», hasta que se encontró con respuestas favorables sobre su caso, gracias a que se fue encontrando a gente con otro tipo de visión.

«Eso me hizo perder muchísimos años. Ahora súmale el hecho de que tuve malos defensores. Fue un poco de todo, pero las autoridades sí retrasaron mucho este proceso. Afortunadamente, ya con nuevas autoridades, cuando se renuevan es que tienen otro tipo de visión y ya me apoyaron para poder recuperar a mi hijo»

Andrea Lezama

Aseguró que ella nunca tuvo la intención de crear una mala relación con su expareja, sin embargo, él intentó ponerlo en su contra, diciéndole que ella lo quería abandonar e inventando que Andrea fue una mala persona con ellos debido a una infidelidad que fue completamente inventada.

Estas situaciones generaron que el proceso de revinculación con su hijo fuera más extenso, pero finalmente él la reconoció y se comenzó a recuperar la relación que se había perdido prácticamente durante la mayor parte de la vida del infante.

Andrea logró recuperar la custodia de su hijo el pasado mes de abril, mientras que el padre del menor ha permanecido encarcelado desde entonces, esperando a que se dicte una sentencia en su contra.

El acuerpamiento feminista

Destacó que otro aspecto importante en esta lucha fue el acercamiento que tuvo con grupos feministas de la ciudad de Puebla, pues fue hasta que conversó con ellas que se dio cuenta de que existen mujeres que vivieron lo mismo, y, por lo tanto, la entienden.

«Yo tengo una familia, que no es de sangre, que son todas mis hermanas de la colectiva, que son quienes me acuerpan y me arropan, para que yo pueda seguir esta lucha y entenderlo»

Andrea Lezama

Asegura que en su caso fue cierto que su propia historia la hizo simpatizar con movimientos como el feminista y apoyar el resto de las causas que las mujeres organizadas promueven.

En ese sentido, recomienda a todas aquellas que pasan por una situación similar buscar apoyo con grupos de este tipo o con organizaciones como la colectiva Madres Exigiendo Justicia Contra la Violencia Vicaria, la cual ella misma fundó durante el año 2020.

Reveló que desde esta organización tienen identificados cincuenta casos sólo en el estado de Puebla, no obstante, considera que debe haber más madres que, al igual que le pasó a ella, no saben del tipo de violencia que están sufriendo.

No obstante, descarta perder la fe en el camino para erradicar la violencia vicaria, por lo que insiste en que más mujeres pueden acercarse a la fundación de ella y otras seguir luchando para recuperar a sus hijos y protegerlas.

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Foto: Archivo El Ciudadano

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