El enviado especial de Washington para Venezuela, Elliott Abrams, es uno de los artífices del bloqueo criminal contra el país caribeño. Este martes se vió obligado a abandonar un evento de la Sociedad Alexander Hamilton, después de que activistas de la organización ‘Codepink’ lo increparan por las sanciones impuestas por Washington contra el país suramericano.
Abrams asistió a la Escuela Johns Hopkins de Estudios Internacionales, con sede en Washington D.C., para discutir sobre las medidas unilaterales que se han adoptado contra Venezuela y la intervención de la Casa Blanca en la crisis política del país latinoamericano.
Sin embargo, cuando Abrams discutía con un moderador, dos activistas de ‘Codepink’ lo interrumpieron sosteniendo dos pancartas con la leyenda ‘Hands off Venezuela‘ [Manos fuera de Venezuela, en español].
Las medidas que en principio pretendían afectar a altos mandos del gobierno de Nicolás Maduro se transformaron en medidas en contra del pueblo las cuales inciden en derechos básicos como la alimentación, el acceso a la salud, la movilidad entre tantos otros sectores que han sido atacados.
«Eres un asesino, eres un golpista, no pudiste en el 2002 contra Venezuela, no has podido con tu títere [el diputado opositor] Juan Guaidó», increpó un activista a Abrams.
Abrams es un controvertido político neoconservador y exdiplomático que ha estado involucrado en la venta de armas al Gobierno iraní durante la guerra de Irán-Irak, cuyos ingresos fueron usados para financiar el movimiento armado Contra nicaragüense, creado por EE.UU. para atacar al Gobierno sandinista.
También fue uno de los arquitectos del intento de golpe de Estado de 2002 contra el presidente venezolano Hugo Chávez y de la guerra de Irak de 2003. Ahora, como enviado especial de Washington en Venezuela, es uno de los responsables de las medidas unilaterales y coercitivas contra Caracas.
Sanciones contra Caracas
Desde 2015, Washington ha impuesto sanciones unilaterales y coercitivas contra el Gobierno y el pueblo venezolano. Pero fue hasta enero de 2019, cuando el Gobierno de Donald Trump desconoció al presidente Nicolás Maduro y reconoció al diputado opositor Juan Guaidó como «mandatario interino», que el país norteamericano endureció estas medidas dirigidas contra las principales organizaciones y empresas estatales, como el Banco Central, Petróleos de Venezuela (PDVSA) y la aerolínea Conviasa.
En este contexto, el Gobierno de Maduro ha interpuesto ante la Corte Penal Internacional de La Haya una denuncia contra las autoridades de EE.UU. por «crímenes de lesa humanidad contra el pueblo venezolano«.
El lunes pasado, el canciller venezolano, Jorge Arreaza, advirtió que está en marcha una «nueva fase de agresiones» en contra de su país que podría contemplar un «bloqueo naval».
Cortesía de RT
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