La mutilación genital femenina es una práctica que sorprende a los países occidentales, pero se mantiene como tradición en muchos lugares del mundo. De acuerdo a los datos de Naciones Unidas (ONU) se estima que 200 millones de mujeres y niñas han sufrido actode violencia machista. El caso de estas últimas es dramático: 3 millones de niñas son víctimas de estas prácticas.
Hoy, miércoles 6 de febrero se conmemora el Día Internacional de Tolerancia Cero con la Mutilación Genital Femenina, con el cuál se quiere poner un llamado de atención al mundo respecto de esta realidad que logra mantenerse oculta.
La costumbre de mutilar los genitales femeninos es considerada como una violación a los derechos humanos de mujeres y niñas, ya que esta práctica no solo atenta contra su salud, bienestar físico e incluso a la vida, sino también atenta contra su derecho a sentir placer y a vivir una sexualidad plena.
Al respecto, en entrevista con El Ciudadano, Odette Freundlich, directora del Centro Mi Intimidad, sostiene que “lamentablemente esta práctica se sigue realizando en distintos países de África».
Al mismo tiempo, Freundlich describe que «hay distintos tipos de mutilación. A veces se mutila solo el glande del clítoris, a veces se suturan los labios para que las mujeres no experimenten ningún tipo de penetración vaginal y se hace a muy temprana edad», recalcando que «se hace sin los instrumentos necesarios, se usan piedras filosas, cuchillo que no están desinfectados, realmente es una barbarie”.
Según cifras entregadas por la ONU, los países donde más se realiza esta práctica en mujeres y niñas entre 15 y 49 años son: Somalia con un 58%, Guinea con un 97% y Yibuti, todos del continente africano. Se espera que de mantenerse esta tendencia, para 2030 sean 86 los millones de mujeres afectadas por una mutilación genital.
Además del enorme daño que experimentan las mujeres y niñas a causa de las mutilaciones, la ONU considera estas prácticas como el reflejo de una realidad desigual para las mujeres del mundo, que acarrea violencia y discriminación. «(La mutilación genital) refleja una desigualdad entre los sexos muy arraigada y constituye una forma extrema de discriminación contra mujeres y niñas», aseguran en su sitio oficial.
«Las mujeres tenemos que empoderarnos de nuestro propio placer»
La doctora Freundlich además de reconocer la necesidad de acabar con la práctica de mutilación genital hace un llamado a las mujeres de países donde estos problemas no son comunes. Sostiene que la sexualidad es una parte importante en la reivindicación de los derechos femeninos.
“Las mujeres tenemos que empoderarnos de nuestro propio placer y no esperar que otro se haga cargo. Entonces hay que explorar los genitales. Conocerse. Conocer lo que te gusta, como te gusta. Como te gusta ser estimulada. Provocarte a ti misma un orgasmo para contarle a tu pareja que es lo que te gusta y como te gusta ser estimulada», sostiene la experta.
En relación a la pérdida de derechos de las mujeres afectadas por prácticas como la mutilación genital, la doctora Freundlich cree que el autoconocimiento y una experiencia plena del propio cuerpo, apuntan a preservar el derecho al placer que debiera estar presente para todas. “Todas las mujeres tienen la capacidad de tener un orgasmo, todas», recalca, agregando que «hay que saber cómo explorarlo, conocerse a si misma, tener el ambiente adecuado y las condiciones física, psicológicas y relacionales adecuadas”.
“No hay reglas, no hay parámetros, no hay recetas de cocina para la sexualidad”, destaca ante las consultas de El Ciudadano.
Por último, Feundlich invita a las mujeres a sacudirse los prejuicios de una sociedad conservadora como la chilena, para poder experimentar una sexualidad plena «Que el sexo es malo, que mirarse y tocarse es malo, es sucio. Conocer los genitales es como conocer la cara, es otra parte de tu cuerpo”.