Los ataques aéreos sobre el territorio de Yemen continúan matando indiscriminadamente a ciudadanos yemenís, entre ellos muchos civiles, sin que parezca vislumbrarse una pronta solución al conflicto.
Las últimas cifras publicadas por la Organización Mundial de la Salud cifran en 549 el número de muertos y más de 1.700 las personas heridas tras dos semanas de intensos bombardeos perpetrados por la coalición que lidera Arabia Saudí.
«La actuación contra Yemen es un genocidio y un crimen internacional por el que Arabia Saudí responderá sin duda alguna«, dijo el ayatolá de Yemen, Alí Jamenei, que comparó la agresión saudí con las «atrocidades israelíes» perpetradas contra los palestinos en Gaza.
La OMS calcula que de los centenares de muertos que ha provocado el ataque saudí sobre Yemen, al menos 217 de esas muertes son civiles, personas que han sido asesinadas por aquellos que, mirando sus intereses económicos y comerciales, tratan de impedir con bombas que los rebeldes houthis tomen el control del país.
Hace unos días, Rusia exigió ante la ONU el cese inmediato de los bombardeos, pero la petición parece haber sido ignorada por Arabia Saudí y sus aliados, pues continúan atacando dependencias militares y civiles en Yemen para tratar de frenar el avance de los houthis.
Los houthis, grupo surgido como movimiento social con el objetivo de defender a la minoría zaydí en Yemen -un tercio de la población-, comenzó a hacerse con el control de las principales ciudades del país con el objetivo, según su vocero, de combatir a Al Qaeda, el grupo terrorista que controla la parte este de Yemen.
Algunos de los países del Golfo Pérsico, con Arabia Saudí a la cabeza, temen que los houthis se hagan con el control total del país, pues eso pondría en peligro las relaciones comerciales que guardan con Yemen en relación al comercio de petróleo. Yemen se encuentra ubicada en un lugar estratégico en el estrecho de Bab el-Mandeb y de sus puertos parten los superpetroleros de los países del golfo cargados de crudo hacia Oriente y Occidente.
Por este motivo, para países como Arabia Saudí que son los mayores exportadores de petróleo del mundo, no dudan en acribillar a los houthis -y a otros cientos de civiles yemenís- con el objetivo de salvaguardar sus intereses económicos en la zona.
Por el momento la cifra de muertos tras los bombardeos asciende a cerca de 600, ¿cuántos más han de morir para que se detenga esta barbarie?
Rusia pide a Arabia Saudí ante la ONU el cese de los bombardeos contra Yemen
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