“Aquí está, reaparece nuevamente el recurso de la memoria, pero esta no es cualquier reivindicación del pasado; por el contrario, esta es la memoria de los explotados, intransigente, que nos recuerda una vez más que olvidarnos de quiénes somos, de dónde venimos, hacia dónde vamos, es hacerle el juego al capital y su sociedad de explotación. El olvido es enceguecer, el olvido es enmudecer, el olvido es perder todos los sentidos que nos demuestran que estamos vivos, el olvido es simplemente la muerte”.
Así se inicia la invitación que puede leerse en el blog del documental “Jonny Cariqueo: La revuelta permanente” -un proyecto colectivo anónimo- a propósito del estreno de la película, ocurrido el miércoles recién pasado, en Pudahuel, y el próximo sábado 3 de abril en el Centro Social Autónomo “Cueto con Andes” (información detallada al final de la nota).
UNA TRÁGICA HISTORIA QUE SE REPITE
La raíz de la muerte de Jonny Cariqueo Yañez (22) se remonta al 29 de marzo de 1985, cuando los jóvenes miristas Rafael y Eduardo Vergara son asesinados por Carabineros en un supuesto enfrentamiento ocurrido en Villa Francia, en la comuna de Estación Central. Desde ahí, cada 29 de marzo, se conmemora el Día del Joven Combatiente.
En la última década, el Estado ha argumentado que se intensificó la propagación de la violencia durante la fecha para emprender una ofensiva contra cualquier atisbo de incidentes. Fue así como en 2008 el clima en la comuna de Pudahuel, a un mes del día de conmemoración, era de insistentes controles de identidad y constantes hostigamientos a las organizaciones sociales de la zona, por parte de la PDI y Carabineros, según relatan vecinos del sector.
Llegada la fecha, diversas organizaciones políticas y sociales convocan a los vecinos cercanos a la avenida La Estrella con San Francisco a una marcha que finaliza con la inauguración de la Plaza 29 de Marzo, dedicada a los combatientes populares caídos en dictadura y en democracia.
LOS HECHOS ALREDEDOR DE LA MUERTE
Tras esto, según indican los diversos comunicados emitidos por familiares y compañeros de Jonny tras su muerte, se habría producido una verdadera cacería por parte de Carabineros en contra de los asistentes al acto. La detención de Jonny y otros miembros del colectivo “Puño en Alto” ocurrió muy cerca, en la Plaza Víctor Jara, donde fueron subidos a un vehículo del Gope y llevados a la 26° Comisaría de Pudahuel.
M (quien prefirió no revelar su identidad) completa el relato: “Luego de ser detenido por la policía de civil de Pudahuel, la madrugada del 30 de marzo de 2008, fui trasladado a la 26° Comisaría de esa comuna, donde había alrededor de 15 ó 20 personas dentro de un calabozo, la mayoría detenidos por la misma causa. Jonny se encontraba en la celda y ya se quejaba de un fuerte dolor pectoral en el lado izquierdo. Aprovechando que a los recién llegados nos llevarían a constatar lesiones a un hospital, lo enviaron junto a nosotros (…) El doctor señaló, en nuestra presencia, que Jonny sólo tenía una molestia superficial, que sólo se trataba de su músculo pectoral; que, probablemente, sería un leve desgarro. Luego le inyectó un calmante y fuimos devueltos a la celda de la Comisaría (…) Jonny, igual que nosotros, pudo haber recibido golpes por parte de la policía, pero no fue constatado médicamente ni tampoco recibió atención especial por su dolencia”.
M comenta que Jonny le llamó especialmente la atención “porque no paraba de quejarse del dolor al pecho” y porque al preguntarle el motivo de su detención “en ningún momento habló de enfrentamientos, piedras, protestas; dijo que sólo había sido detenido cuando estaba caminando cerca de la plaza Víctor Jara”.
Y finaliza su testimonio: “Alrededor de la diez de la mañana del 30, nos trasladaron a la (ex)Penitenciaria de Santiago, completamente hacinados en las radio patrullas de Carabineros (15 ó 16 personas por auto). Ahí nos tuvieron una hora encerrados esperando; hubo como tres desmayos con convulsiones (no sé si Jonny era una de ellos). Luego de presentarnos al fiscal, dictaminó la libertad de las personas sin antecedentes penales. Jonny aún no pasaba por ese proceso y todavía estaba en la celda esperando su turno. Desde ahí perdí su huella (…) A la primera firma semanal en la Fiscalía, me encontré con algunos de los que estaban en la celda ese día y me contaron que Jonny había muerto de un paro cardíaco, un día después de que lo habían soltado”.
Según testigos, Jonny habría manifestado a los carabineros el intenso dolor pectoral que lo aquejaba, pero el efectivo que lo vigilaba le habría dicho que “sólo le daría atención cuando lo viese tirado en el suelo, tiritando y vomitando”. Por otra parte, la excusa formal de Carabineros habría sido “no tener un vehículo disponible para llevarlo a un centro de urgencias” -según informó la familia-, cuando luego se constató que en el lugar habían dos camionetas.
Así, Jonny moría de un infarto la tarde del día 31 de marzo -horas después de su liberación- a pesar de los infructuosos intentos de sus padres y amigos por mantenerlo con vida mientras llegaban los paramédicos.
POR LA MEMORIA, CONTRA EL OLVIDO
“Nosotros no olvidamos, nosotros no queremos que nuestros hermanos sean sepultados, pues con ellos, con sus valiosas existencias no sólo van a la tierra sus cuerpos, también se aplastan ideas, perspectivas, experiencias y luchas que a todos nos pueden servir como valiosísimas experiencias”.
Asimismo, aclaran que “a Jonny no se le recuerda como un mártir víctima de la represión policial, simplemente; se le recuerda como un guerrero, como una energía y una vida que no está físicamente con nosotros, pero que siempre estará en nuestra memoria y nuestra acción por su arrojo, valentía y disposición a atacar a la autoridad”.
Estreno “Jonny Cariqueo: La revuelta permanente“
Sábado 3 de abril
Centro Social Autónomo, Cueto con Andes.
(Metro Cumming)
18:00 hrs.
Estreno del documental, más teatro, música (trova y rap), Comida y Bebestibles
Aporte:
$1.000 (Incluye documental) + Alimento No Perecible.
Por Cristóbal Cornejo
El Ciudadano