El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, ha sufrido un severo desgaste político en los últimos días por su criticado manejo de la pandemia del coronavirus COVID-19, por lo que integrantes de las Fuerzas Armadas han manifestado estar listos para apoyar al vicepresidente Hamilton Mourao en un eventual reemplazo.
«Esta semana, representantes de la Aeronáutica, el Ejército y la Armada le adelantaron al vicepresidente, el general Hamilton Mourão, que podría contar con su apoyo si Bolsonaro dejase su puesto, ya sea mediante un juicio político o una renuncia», reveló El País.
El diario español indicó que el Ejército ha mantenido reuniones en Brasilia, incluso con aliados de Bolsonaro y miembros civiles de su primera línea.
«Esta semana se celebraron al menos dos reuniones en las que se discutieron escenarios hipotéticos a mediano y largo plazo», subrayó este medio.
Dos de los militares que participaron en las reuniones informaron a El País «que el grupo está preocupado por un posible aumento repentino en los registros de infectados y muertes causadas por la enfermedad«. Tomando en cuenta que desde el comienzo del brote, el mandatario ultraderechista ha minimizado el impacto y gravedad de la pandemia en Brasil, que es el país más azotado de toda Latinoamérica con 3.500 casos de infectados y más de 90 muertos.
Bolsonaro se ha negado a decretar un aislamiento social nacional y ha criticado esas medidas adoptadas a nivel estatal y municipal. En su discurso alega que aunque es necesario cuidar la salud de la población, también debe evitarse el fuerte impacto económico que puede causar la pandemia.
Los militares indicaron que cuando el mandatario busca poner fin a las cuarentenas y el aislamiento social decretado por los gobernadores y alcaldes, «suena insensible a la gravedad de la pandemia».
Por tal motivo consideran que su popularidad puede caer en picado si se muestra como un líder fallido que prefiere apalancar la economía antes que salvar vidas.
“Él tiene un discurso de guerra. Pero quien está en la primera línea de una guerra es un soldado que sabe que puede morir. En una pandemia no podemos poner a todos en la misma situación que los soldados”, afirmó uno de los militares.
El malestar se hizo evidente cuando el pasado martes, el comandante del ejército, general Edson Leal Pujol, trató de eximir a las Fuerzas Armadas de cualquier responsabilidad por la crisis de la pandemia.
Leal Pujo afrmó que los militares deben, sí, preocuparse por el coronavirus y dijo que combatir la propagación de la enfermedad “es quizás la misión más importante de nuestra generación”.
Según El País, en Brasilia también ha circulado la tesis de que el presidente podría tomar una decisión extrema y decretar un estado de sitio (que depende de la aprobación del Congreso Nacional, donde Bolsonaro no tiene mayoría), que suponga restricciones a la libertad, comunicación y suspensión de garantías constitucionales.
Oficialmente, el presidente dice que no ha decretado el estado de sitio porque estaría “dando una señal de pánico a la población«, según dijo en una rueda de prensa la semana pasada.
El acercamiento de los militares al vicepresidente Mourao también ha despertado las dudas sobre cuál es su grado de fidelidad con Bolsonaro.
En días recientes, declaró a la prensa que el Presidente había sido mal interpretado al defender que el país debería priorizar la economía.
«Puede ser que él (Bolsonaro) se expresase de una manera, digamos, que no era el mejor. Pero que trató de plantear fue la preocupación que todos tenemos con la segunda ola del coronavirus, como se llama en este momento”.
A su vez, Bolsonaro reaccionó e indicó en una entrevista que Mourao se sentía libre de hablar por ser «imprescindible”, es decir que no puede ser separado de su cargo.
“Con el debido respeto a Mourao, él es mucho más rudo que yo. Algunos dicen que incluso soy muy amigable cuando estoy cerca de Mourao. Él es el único que no es resignable en el Gobierno, por lo que puede estar tranquilo», afirmó.
A pesar de las presiones, las críticas y la baja popularidad, Bolsonaro insiste en que renunciará.
¡Nunca abandonaré al pueblo brasileño, a quien debo lealtad absoluta!”, dijo recientemente en un mensaje publicado en su cuenta en Twitter.
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