Depredación del Amazonas, el apocalipsis en manos de Bolsonaro

Pareciera que la era del apocalipsis ha llegado. Y es que a pesar de que el pulmón de la tierra se encuentra realmente amenazado desde hace años producto de la deforestación, aún existía cierto respeto por el bosque con la mayor biodiversidad del planeta, algo que para el nuevo presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, poco importa, pues sus intereses empresariales y económicos sobrepasan la supervivencia de la humanidad

Depredación del Amazonas, el apocalipsis en manos de Bolsonaro

Autor: Ronald Ángel

El Amazonas es conocido como el mayor pulmón vegetal del planeta, el gran captador de gases de carbono del mundo, es decir, el mayor centro purificador de aire que suministra oxigeno a los seres vivo para preservar la vida.

Este bosque es, en gran parte,  responsable de mantener el equilibrio climático del planeta, eso a pesar del calentamiento global y el deterioro del medio ambiente que durante el último siglo ha causado el ser humano y su estilo de vida depredador.

Ese extenso territorio cuenta con más de 7,4 millones de kilómetros cuadrados y concentra al menos el 60% de la biodiversidad del planeta -incluyendo especies animales y vegetales que aún no han sido catalogadas ni estudiadas por la ciencia-. También es hogar de 34 millones de personas y 385 comunidades indígenas que mantienen una lucha histórica por el respeto y reconocimiento a su identidad y su territorio aborigen.

Pero ese centro de vida, de innumerables riquezas naturales, que contiene una de las más grandes reservas de agua dulce del mundo y que a su vez integra a nueve países suramericanos: Brasil, Perú, Colombia, Venezuela, Ecuador, Bolivia, Guyana, Surinam y la Guyana francesa; se encuentra realmente amenazado ante las pretensiones del nuevo presidente del gigante suramericano, Jair Bolsonaro, quien ha decidido abrir el pulmón vegetal del mundo a las transnacionales para que exploten sin limitaciones todas sus riquezas, eso sin importar su aniquilación.

Amazonas

Territorio amazónico

De los 7,4 millones de kilómetros cuadrados del Amazonas, 56% está en territorio brasileño, es decir 44.777.000 km²; el resto está en Perú -782.000 km² y partes menores distribuidas en los siete países restantes.

La explotación del Amazonas ha sido un problema que ha generado impacto medioambiental desde 1970, cuando en Brasil se empezó a deforestar sistemáticamente.

Ya para 1990 el daño causado a ese basto territorio era de 9,6% de la selva aniquilada, , para el año 2000 de 14% y para 2017 de 19,1%. En definitiva, desde 1970 se perdieron 786.935 km² de bosque, equivalente a la suma de Bélgica y Francia, o a 4,5 veces la superficie de Uruguay.

Amazonas

La depredación del Amazonas es real y pocos son los que se preocupan

Medidas catastróficas de Bolsonaro contra la humanidad y el Amazonas

El presidente ultraderechista de Brasil -quien prometió erradicar cualquier vestigio de socialismo del «gigante suramericano»- ha prometido aplicar una serie de medidas adversas contra la mayor reserva forestal del mundo y que dejarán aún más vulnerable las condiciones climáticas y ambientales del planeta.

Para Bolsonaro, el Amazonas debe estar abierto para «el progreso» de la economía brasileña, es decir, para los negocios; de manera que los empresarios puedan explotar abiertamente y a su antojo, todos los recursos naturales no renovables que ofrece ese basto territorio.

Un trabajo periodistico publicado en el portal ecoosfera.com, detalla 10 medidas que ejecutará Bolsonaro para iniciar el apocalipsis amazónico.

Amazonas

El Congreso de Brasil, tras dar el golpe a la expresidenta Dilma Rousseff, comenzó a permitir la destrucción del Amazonas con mayor permisividad

El primer punto habla sobre los agronegocios. En ese caso, Bolsonaro devolverá el favor a los empresarios de este sector, que cuentan con una amplia billetera que proviene de la exportación, al ser Brasil el principal exportador de soya del mundo.

Sobre esto, el ministro de agricultura, Blairo Maggi, ha anunciado que duplicará su producción durante los siguientes 10 años. Con la tasa actual, Brasil ya utiliza 2 millones de kilómetros cuadrados (24% del territorio), pero para alcanzar el nivel de producción proyectado se necesitarían entre 70 y 75 hectáreas más que saldrán del Amazonas.

La poderosa bancada de agronegocios impulsó la candidatura de Bolsonaro. Esto sin duda influyó a que el ultraderechista decidiera aplicar su segunda medida, fusionar los ministerios de Agricultura y Medio Ambiente, una de las más polémicas de su naciente gobierno, pues implica dejar aún lado las políticas de protección y regulación medio ambiental y en consecuencia dar paso a la agresiva explotación amazónica.

indígenas Amazonas

La vida de las comunidades indígenas en el Amazonas está en peligro de extinción

La tercera medida sería controlar la población a través de la «planificación familiar» para disminuir los problemas que trae el calentamiento global.

En abril de 2018, Bolsonaro afirmó que la causa de la deforestación en la Amazonia no es la tala excesiva, sino el aumento de la población.

«No vas a cultivar soya en la terraza de tu edificio o criar ganado en el jardín. Así que debemos tener una política de planificación familiar. Así comenzarás a reducir la presión sobre esos problemas que llevan, sí, en mi opinión, al calentamiento global, que podría ser el fin de la especie humana».

Además, durante el gobierno de facto de Michel Temer, quien se apoderó del poder tras el golpe de Estado parlamentario contra la socialista Dilma Rousseff, se aprobaron diversas y reacomodaron leyes en el congreso brasileño que ablandaron las regulaciones y multas contra las empresas que están arrasando el Amazonas.

indígenas Amazonas

Bolsonaro a dicho que los indígenas del Amazonas debe civilizarse y aprovechar los «beneficios» económicos de la explotación

Los pueblos originarios no tendrán más derechos sobre el Amazonas

La cuarta medida contra el Amazonas y su población originaria es no otorgar más tierras para que sean protegidas por las comunidades indígenas.

“Ni un milímetro para tierras indígenas”, fue una de las frases de Bolsonaro sobre este tema, cuando apenas era precandidato a la Presidencia. Para entonces, el actual jefe de Estado, dijo que echaría a un lado la demarcacíon de las tierras para las comunidades originarias, una exigencia histórica que garantiza la conservación de sus modos de vida.

«El indio es nuestro hermano, quiere ser reintegrado a la sociedad. El indio ya tiene demasiada tierra, vamos a tratarlos como seres humanos, los indios tienen un teniente del ejército, el presidente de Bolivia (refiriéndose a Evo Morales), ¿no quiere vivir en un zoológico?, dijo Bolsonaro, quien recibió muchas críticas por esas palabras por las que fue calificado como irrespetuoso, ignorante, burlita y demás adjetivos que hablan sobre su conducta supremacista.

Amazonas

La tala del bosque amazónico no sólo causa un dao ambiental sin precedentes sino que pone en riesgo la vida planetaria

La quinta medida es abandonar el Acuerdo de París, un compromiso que suscribió Brasil en 2015 junto a otros países del mundo con el propósito de reducir las emisiones de carbono antes de 2030.

Esto lo hace Bolsonaro para ser consecuente con el presidente de Estados Unidos (EEUU), Donald Trump, quien sacó del Acuerdo a su país en junio de 2017.

“Felicidades a Trump”, dijo Bolsonaro luego de la decisión del jefe de la Casa Blanca.

Industrializar el Amazonas sería la sexta medida del presidente ultraderechista, sin importar que aceleraría de manera exponencial el calentamiento global y pondría en riesgo la vida en el planeta, Bolsonaro aspira abrir una carretera a través del Amazonas y concesionar nuevos proyectos de explotación.

Prueba de la destrucción que ha sufrido el Amazonas ha sido generada por la minería, la ganadería y la agricultura, estas dos últimas responsables de una cuarta parte de la deforestación en el mundo. Nada más entre 2015 y 2016, fueron destruidos -en Brasil- más de 7.800 kilómetros cuadrados y durante los últimos 50 años, la explotación ha sido responsable de la desaparición de al menos una quinta parte de la selva amazónica.

Amazonas

Así luce parte del Amazonas destruido por la mano del hombre

Una octava medida ataca directamente a los pueblos indígenas y al derecho que tienen sobre sus tierras, según indica el artículo 231 de la Constitución brasileña.

A Bolsonaro poco le importa y ha prometido abrir estas tierras a la explotación minera y forestal, e incluso llegó a argumentar que los indígenas pueden vivir de las regalías que produzcan sus tierras.

Al respecto, Dinamam Tuxá, coordinadora nacional de la Asociación de Pueblos Indígenas del Brasil, asegura que Bolsonaro no respetará las leyes de protección a tierras indígenas, y que institucionalizará el genocidio como práctica de gobierno.

“Estamos muy asustados. Temo por mi vida. Como líder nacional, sé que seré castigada por el gobierno federal por defender los derechos de los pueblos indígenas”, dijo Tuxá.

Bolsonaro Amazonas

Para Bolsonaro destruir el Amazonas es parte del «progreso necesario»

Para lograr tal cometido, Bolsonaro prohibirá la entrada a territorio brasileño de observadores internacionales de cuidado ambiental como Greenpeace y la World Wildlife Fund. Según Greenpeace, la deforestación de la Amazonia en los años 70 alcanzaba un 1% del territorio, mientras hoy llega al 18%.

Al mismo tiempo, el presidente de Brasil aplicará una novena medida que es la construcción de plantas nucleares. Al respecto, Oswaldo Ferreira, asesor y futuro ejecutivo del gobierno, prometió completar la construcción de Angra 3, una planta nuclear en la costa, entre las regiones de Sao Paulo y Río de Janeiro.

La zona destinada para el proyecto es playa Itaorna, que en guaraní significa “piedra podrida”, por los deslizamientos de tierra que históricamente señalan la inestabilidad del suelo. Esta planta se complementará con una gran represa hidroeléctrica en Belo Monte, sobre el río Xingú, que forma parte del complejo pluvial del Amazonas.

Amazonas

Bolsonaro apuesta a permitir que la población se arme para su resguardo personal, una decisión que abre paso al fascismo radical y al exterminio de grupos opositores a su régimen, entre ellos los campesinos

Destruir al movimiento campesino, los bosques y adueñarse del oro

La décima decisión de Bolsonaro irá contra el movimiento campesino y los trabajadores de la tierra.

El pasado 11 de octubre de 2017, días antes de las elecciones brasileñas, el líder campesino Aluisio “Alenquer” Sampaio fue asesinado en su casa, que a la vez fue la sede del Sindicato de los Trabajadores y Trabajadoras de la Agricultura Familiar.

Aunque la investigación del asesinato sigue en curso, Brasil es el país más peligroso del planeta para los defensores de la tierra, con 207 asesinatos desde 2017, seguido peligrosamente por Filipinas (48), Colombia (24) y México (16).

Esta persecución contra los campesinos, quienes han sido históricos defensores del latifundio y la imposición de las políticas empresariales de las grandes multinacionales a las que apoya Bolsonaro, se alimentará además de la política permisiva de uso de armas que anunció el presidente de ultraderecha, que apuesta a que la ciudadanía común esté armada para «defenderse» de los criminales y hagan justicia con sus propias manos.

Amazonas campesinos

Destruir al campesinado que adversa las políticas de las multinacionales que quieren adueñarse del Amazonas con la permisividad de Bolsonaro, es otro de los objetivos del nuevo gobierno brasileño

Además, Bolsonaro aprovechará incrementar la tala y remoción del suelo de una enorme área amazónica para la minería. El área de 46.000 kilómetros cuadrados se extiende a los estados del norte de Amapa y Pará. Se sospecha que allí hay ricos depósitos de oro, cobre, mineral de hierro, manganeso y otras materias primas.

En los últimos doce meses casi 3.000 kilómetros cuadrados de bosque han sido destruidos en la Amazonía brasileña. Según un informe del instituto ambiental «Imazon» la deforestación se ha frenado algo, pero todavía se lleva a cabo en grandes dimensiones

En los últimos 12 meses casi 3.000 kilómetros cuadrados de bosque han sido destruidos en la Amazonía brasileña. Según un informe del instituto ambiental «Imazon» la deforestación se ha frenado algo, pero todavía se lleva a cabo en grandes dimensiones.

El área forestal de casi 3.000 kilómetros cuadrados que fue destruida entre agosto de 2016 y julio de 2017, corresponde aproximadamente a la extensión de Luxemburgo.

Amazonas

Todo territorio destruido en el Amazonas es practicamente irrecuperable

Los ambientalistas habían advertido de la medida de deforestación dispuesta por el régimen de facto de Michel Temer, debido a que hay reservas naturales y tierras indígenas en dicha región.

Muchas empresas y madereros ilegales están derribando los árboles de enormes áreas para cultivar soja o para la cría de ganado. Otra razón de la deforestación son las grandes represas o proyectos mineros. El mayor porcentaje de deforestación tiene lugar en áreas protegidas.

Con la tala de bosques y la quema de vegetación se destruye uno de los ecosistemas más diversos de la tierra. La gran biodiversidad de animales y plantas está amenazada de extinción, algunos incluso no ha sido catalogados. La destrucción de bosques está afectando particularmente a los pueblos indígenas que están perdiendo sus hogares y sus principales fuentes de alimento.

Todas estas son las nuevas condiciones para el Amazonas bajo la tutela del nuevo presidente de Brasil, Jair Bolsonaro. La amenaza es clara. ¿El mundo podrá hacer algo para detenerlo?.

Amazonas

¿La ONU será capaz de intervenir en este catastrófico desastre contra el pulmón del planeta que pareciera iniciar el apocalipsis?

Te puede interesar:

https://www.elciudadano.cl/venezuela/aumenta-la-presion-de-ee-uu-que-pasaria-si-hay-una-invasion-a-territorio-venezolano/01/30/

https://www.elciudadano.cl/mundo/macri-entrega-en-papel-de-regalo-el-sur-argentino-a-trump-la-mayor-reserva-de-agua-dulce-del-planeta/08/30/


Reels

Ver Más »
Busca en El Ciudadano