Reportan la detención arbitraria de líderes indígenas después de que el pasado 13 de octubre el Gobierno ecuatoriano y los representantes de esa comunidad llegaron a un acuerdo
Aunque la calma parece haber llegado a Ecuador después de que el 13 de octubre el Gobierno y los representantes de las comunidades indígenas llegaron a un acuerdo, crecen las denuncias sobre una cacería de brujas contra los integrantes de los movimientos sociales que participaron en las protestas.
Organizaciones defensoras de derechos humanos y colectivos de indígenas han reportado allanamientos de viviendas y detenciones arbitrarias.
Este lunes, por ejemplo, la Red Eclesial Panamazónica denunció «la injusta y arbitraria detención del compañero y hermano Pablo Del Hierro, integrante del Centro Leonidas Proaño (CLP) del Sur de Quito».
En un comunicado, explicaron que miembros de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado allanaron su casa y el CLP y se llevaron también las computadoras con la información del trabajo del centro.
«Presumiblemente se le acusa de que el Centro ha venido operando como centro logístico de apoyo a los insurgentes: rechazamos esa acusación y manifestamos que el Centro Leonidas Proaño siempre ha sido, como Centro de Formación de la Iglesia Católica, un centro abierto a la solidaridad. Quienes conocemos al compañero y hermano Pablo Del Hiero sabemos de su corazón solidario ante las personas, de su vida dedicada a la formación de los jóvenes y a la construcción de una sociedad justa y pacífica», agregaron.
En el texto, señalaron que responsabilizan al Gobierno de Lenín Moreno de cualquier daño que se le pueda infringir y de cualquier violación a los derechos constitucionales.
Además, llamaron a la solidaridad a las comunidades eclesiales de base, grupos, miembros, colectivos y organizaciones integradas en la Articulación de la Iglesia de los Pobres en Ecuador y miembros de la sociedad civil nacional e internacional a manifestar por las redes y otros medios la indignación por este atropello.
Por su parte, el comité de coordinación de la organización Amerindia Continental levantó su voz, junto a la de la Iglesia católica y a varias organizaciones sociales que claman por su inmediata liberación.
«Pablo del Hierro es ampliamente reconocido por su compromiso con la formación de las juventudes y su opción por una Iglesia pobre y con los pobres a la luz del Magisterio del papa Francisco. Ante su injusta detención el día de hoy en Quito, al tiempo que aguardamos su inmediato regreso a casa, también exigimos el respeto de sus derechos como ciudadano, incluyendo su bienestar físico, psicológico, emocional y social, y su inmediata liberación», expresaron en un comunicado.
Fuentes: Twitter, Resumen Latinoamericano.