Desde Moscú manifestaron que las sanciones «no han influido y no podrán influir en la política rusa en asuntos internacionales, entre ellos la interacción con las autoridades legítimas de Venezuela, Siria, Irán y cualquier otro país»
EE. UU. sancionó a la empresa suiza Rosneft Trading SA (que forma parte de la estructura de la petrolera estatal rusa, Rosneft), por sus vínculos con Venezuela y pone en la mira a la española Repsol, a la que pedirá que «cambie» sus actividades con Caracas.
La sanción a la filial de Rosneft también alcanzó al presidente de su junta directiva, Didier Casimiro.
«Rosneft Trading S.A. y su presidente negociaron la venta y el transporte de petróleo crudo venezolano (…) EE. UU. está decidido a evitar el saqueo de los activos petroleros de Venezuela por el corrupto régimen de (Nicolás) Maduro», dijo el secretario del Tesoro de EE. UU., Steven T. Mnuchin.
El enviado especial de EE. UU. para Venezuela, Elliott Abrams, en una conferencia de prensa convocada para dar mayores detalles sobre estas sanciones, dijo que el comercio de Rosneft ha facilitado el envío de 2 millones de barriles a África occidental en enero pasado y un millón a Asia en septiembre de 2019.
Además, según Abrams, la compañía planificó la exportación de forma conjunta de 55 millones de barriles de petróleo, en los últimos cuatro meses del año pasado.
Por ello, señaló que la medida estadounidense «es una reacción al amplio crecimiento de esta empresa sobre el petróleo venezolano» y advirtió que «todos los que participen en transacciones con Rosneft podrían estar sujetos a sanciones».
Como resultado de las sanciones de este martes, todas las propiedades e intereses de Rosneft Trading S.A. y de Casimiro en EE. UU. quedaron congeladas.
En enero de 2019, EE. UU. impuso fuertes sanciones a la estatal Petróleos de Venezuela SA (PDVSA), luego de reconocer a Juan Guaidó como «presidente encargado» del país sudamericano. Entonces, Washington congeló todos los activos de la compañía y prohibió que los ciudadanos y empresas estadounidenses hicieran negocios con la petrolera venezolana.
Sin embargo, petroleras como Rosneft han fortalecido los lazos con el país sudamericano. En octubre pasado, la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) de Venezuela aprobó la modificación parcial de un acuerdo de cooperación en materia gasífera con Rusia, con el objetivo de exonerar de impuestos a la petrolera rusa, para facilitar las operaciones de la firma y como medida para contrarrestar las sanciones estadounidenses.
La respuesta de Rusia
Desde el Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia expresaron su rechazo a la ampliación de medidas coercitivas por parte de EE. UU. a entidades rusas.
Sin embargo, manifestaron que las sanciones «no han influido y no podrán influir en la política rusa en asuntos internacionales, entre ellos la interacción con las autoridades legítimas de Venezuela, Siria, Irán y cualquier otro país».
Explican que estas medidas de Washington «socava cada vez más el libre comercio mundial por el que los estadounidenses abogan tanto y aumenta las tensiones a nivel internacional».
Amenazas a Repsol
En la rueda de prensa, Abrams señaló que mantienen conversaciones con España, para tratar de que Repsol modifique su relación con el país sudamericano.
«Tendremos más conversaciones con funcionarios españoles y con Repsol (respecto a Venezuela) y esperamos que a medida que avancemos, las actividades de Repsol cambien», dijo Abrams, al ser consultado sobre las actividades de la petrolera española en territorio venezolano.
A principios de febrero, el presidente de Repsol, Antonio Brufau, dijo que la compañía española «lleva 20 años en Venezuela» y espera que «al menos, cumpla 20 años más».
«Sea un Gobierno o sea otro, lo que queremos es siempre lo mejor para los venezolanos», añadió Brufau, en declaraciones a la prensa en el VII Simposio Empresarial Internacional de la Fundación para la Sostenibilidad Energética y Ambiental (Funseam).
Compañías en la mira
Hace dos semanas, un alto funcionario estadounidense, que pidió el anonimato, en una rueda de prensa telefónica, informó que EE. UU. incrementará la presión contra el Gobierno del presidente Maduro en Venezuela y, para ello, se contemplan sanciones a empresas petroleras.
«Ya sea Rosneft, Reliance (India), Repsol o Chevron aquí en los EE. UU., yo tendría cuidado respecto a sus actividades en Venezuela que apoyan directa o indirectamente a la dictadura de Maduro», dijo.
Sobre ese anuncio, este martes se evidenció que las sanciones comenzaron contra la filial de Rosneft.
«Habrá más pasos y más presión en las próximas semanas y meses», amenazó Abrams en la conferencia de prensa.
Fuente: RT