Este 2019 que recién comienza es un año crucial para el futuro de Argentina. Los argentinos deberán sortear una serie de recetas económicas dictadas por el Fondo Monetario Internacional (FMI) que ya son aplicadas -a la medida- por el gobierno de Mauricio Macri. Esto, cuando los argentinos tendrán la posibilidad de elegir a un nuevo gobierno en octubre próximo cuando se lleven a cabo las elecciones presidenciales.
En esos comicios el actual presidente, quien cuenta con una debilitada aceptación por debajo de los 30 puntos porcentuales, buscará extender su mandato hasta el 10 de diciembre de 2023, aspiración que se le presenta cuesta arriba al ex gobernador bonaerense.
Ya para finales de 2018, los pronósticos eran desalentadores. Para entonces se hablaba de un déficit de la economía que podría superar los 600.000 millones de pesos, sobre todo por la decisión del gobierno de Macri de incrementar en casi 50% los gastos destinados a los servicios de deuda con respecto al 2018, unos 593.016 millones para cumplir con las exigencias impuestas por el FMI.
Y es que con el argumento de dejar atrás la grave crisis económica, el macrismo tiene pensado ejecutar recortes sociales superiores a los 358.039 millones de pesos, que ponen en la mira y perjudican a la clase trabajadora, jubilados, pensionados, así como sectores primordiales para el país como la salud, ciencia, cultura y educación.
Estos recortes significan más de 54% del gasto público empleado en 2018, recursos que se sacarán de los bolsillos de los argentinos para pagar obligaciones con el FMI por casi 200.000 millones de pesos (unos 5.500 millones de dólares) en intereses por deuda externa, misma que sobrepasa los 130.000 millones de dólares.
Todo esto se agrava con el indicador de inflación, que superó al menos dos veces más al estimado que hizo el propio gabinete de Macri el 28de diciembre de 2017, cuando auguraron que «apenas» llegaría a 15% y terminó casi en 50%, la segunda más alta de Latinoamérica y el Caribe, incluso bastante por encima de Haití (13%), mientras el resto de los países registraron tasas inferiores a 10%.
Macri se sube el sueldo mientras le aplica tarifazos a la población
Mientras tanto -como bienvenida al 2019- el presidente Macri aprobó un alza en su salario para el Alto Gobierno y al mismo tiempo recetó a los ciudadanos argentinos a nuevos precios de gas y energía eléctrica.
Desde su estancia, donde se toma lujosas vacaciones en la Patagonia, el presidente Macri pidió a los argentinos el 1º de enero como deseo para 2019 «superar los desafíos que se presenten, sean los que sean».
El mandatario agregó que tanto él como los argentinos compartían «el mismo deseo» y uno de ellos es «seguir unidos» a pesar del reciente tarifazo que llevará a la población a pagar hasta 55% más el valor de servicios fundamentales como el gas y la luz.
«Sé que vos y yo tenemos el mismo deseo para este año que empieza: superar los desafíos que se nos presenten, estar mejor cada día, seguir unidos», dijo Macri en un breve mensaje publicado en sus redes sociales que tituló: «Tenemos el mismo deseo», aseguró que tiene «una confianza imbatible», algo que contrasta con su decaída popularidad producto de la recesión que vive el país.
— Mauricio Macri (@mauriciomacri) January 1, 2019
Tal «prosperidad» anunciada por Macri al país vino con un ejemplar aumento de sueldo para él y su gabinete en 25%, justo en medio de la crisis económica que viven los argentinos.
Macri cobraba en 2018 208,207 pesos mensuales, unos 11.000 dólares. A partir de 2019 sus ingresos serán de alrededor de 250.000 pesos, que ahora representan unos 6.500 dólares producto de la devaluación.
Con el decreto, Macri descongeló los salarios de unos 300 ministros, secretarios y subsecretarios, quienes no habían obtenido incrementos este año debido a una medida de austeridad.
De esta manera, los haberes tendrán un aumento de 20% durante enero y de 5% en febrero, lo que equipara las actualizaciones con las que reciben los trabajadores estatales.
Mientras tanto los trabajadores de los medios públicos como canales de televisión, la agencia de noticias Telam y las radios que maneja el Estado siguen sin cobrar ningún aumento desde 2017, es decir, viven con salarios insuficientes para contrarrestar la inflación.
Proyecciones del FMI no ayudan a Macri
El propio FMI ya prevé que la situación económica en Argentina no será mejor este 2019, de hecho el principal prestamista de Macri y su gabinete, perfila que el país suramericano será una de las que sufra una mayor caída de sus finanzas con mayor inflación y reducción real del salario.
La contracción pronosticada por el FMI para Argentina es de 1,6%, una cifra que contrasta con el promedio de crecimiento mundial que podría ser de 3,7%. Esta situación para los argentinos obedece a un mercado interno deprimido debido a la caída de la capacidad de adquisición de los salarios que se devaluó en al menos 12% durante 2018, producto de una inflación que llegó al 49,3%, según datos reportados por el Instituto Nacional de Estadística y Censos de la República Argentina (INDEC).
Tal ha sido la debacle de la economía Argentina que, en apenas un año, pasó del octavo país con mayor inflación en el mundo a ubicarse en la cuarta casilla, solamente superada por Venezuela, —país que sufre una hiperinflación continuada y multiforme de 2 millones 500.000% -según el FMI-, seguida por Sudán del Sur y Sudán, ambas afectadas por conflictos bélicos. Un ranking en el que nadie quiere estar.
Además, los argentinos vivieron en 2018 la devaluación de su moneda -el peso- frente al valor del dólar en más de 50%, un hecho parecido al que ocurre en Venezuela y que termina por impactar el índice de precios y las cadenas de producción.
De hecho, el propio FMI se quedó corto en su último informe de Perspectivas de la Economía Mundial que divulgó en octubre de 2018, cuando pronosticaba que Argentina terminaría en la quinta casilla del mencionado ranking.
De hecho varios analistas e incluso economistas del FMI se atreven a decir que el 2019 para los argentinos será como el 2016, año en el que ese país sufrió una profunda recesión que pudiera no levantarse, ni siquiera para el segundo semestre del año como lo prometen los principales voceros del gobierno de Macri.
Todo esto -según los economistas- será el resultado de “un brutal ajuste del gasto público de 2,7 puntos del PIB previsto para 2019”, que se suma “al arrastre estadístico” del 2018 que cerró con una caída del PIB de 3%, bases poco favorables para un crecimiento.
Además, los analistas pronostican que el mercado interno -que expresa alrededor de dos tercios del PIB argentino- seguirá en retroceso producto de una inflación que volverá a superar a los salarios y de tasas de interés altísimas que imposibilitan la compra de bienes durables.
Eso se conjuga con la caída en las ventas de productos de consumo masivo y el desplome que sufrió en 2018 la industria de automóviles, electrodomésticos, televisores, indumentaria y calzado, una realidad que se recrudece con los tarifazos impuestos por Macri en áreas claves para la cotidianidad de los argentinos como transporte, energía eléctrica y gas que fueron anunciados a finales de año.
Todo esto aportará, de manera continuada, con una inflación que ya es segura para por lo menos el primer trimestre de 2019, pues los tarifazos se irán aplicando de manera gradual sin que se realicen ajustes al salario de los argentinos, quienes deberán enfrentar tal amenaza a su bolsillo con sueldos viejos y devaluados.
Prioridad: Privatizar y dejar el país en manos de los empresarios
Argentina también se privatiza en medio de la crisis económica y social. Es público y notorio que Macri adelanta toda la receta dictada por el FMI que en corto tiempo ha generado aumento significativo de la pobreza y la disminución de la calidad de vida de los ciudadanos.
Su gobierno, orientado a la privatización y a generar medidas que favorecen a los círculos de empresarios, mantiene al país en medio de una crisis económica y social que se recrudece con el pasar de los días con el aumento de la inflación y los precios de productos de primera necesidad que es acompañada con la devaluación del peso frente al dólar en más de 100% en menos de un año.
La aplicación de medidas neoliberales y las privatizaciones son parte de esta agenda de Macri, que más allá de buscar una reelección presidencial, busca dejar un Estado permisivo a la empresa privada, en la que él, su familia, amigos y socios tienen gran interés.
Y es que la lealtad de Macri, en definitiva, está con los empresarios, sus socios, sin importar los más de 13,5 millones de pobres que hay en Argentina y que aumentan a diario.
Por ejemplo, la familia de Macri se encuentra entre las más millonarias del planeta, con recursos que sobrepasan los 540 millones de dólares. Y prueba de la complicidad de Macri con el sector empresarial, socios y amigos, rememora al 2016 cuando fue imputado por tener empresas Off Shore al igual que la familia del expresidente Fernando de La Rúa en paraísos fiscales en Las Bahamas, esto fue revelado en el conocido caso de los Panamá Papers.
Macri continuó en la mira de la justicia por condonar una deuda millonaria a su padre. Tras el blanqueo de capitales que permitió el gobierno a familiares y amgos de Macri, una fiscal solicitó rechazar por “abusivo” el acuerdo alcanzado entre el Gobierno y una empresa de su padre, el magnate Franco Macri.
En ese caso, Maurico Macri le habría perdonado -como Gobierno- a su padre, Franco Macri, una deuda que tenían con el Estado valorada por más de 70.000 millones de pesos.
La deuda del grupo empresarial de Franco Macri con el Estado es histórica. Durante la década del 90 el entonces presidente de argentina Carlos Menem privatizó el Correo y se lo adjudicó a los Macri.
Los malos augurios para los argentinos son confirmados por las consultoras
Al igual que el FMI, al menos dos consultoras confirman que la caída de la economía argentina en 2019 será grave.
Scentia y Kantar Worldpanel, dos consultoras que miden mensualmente el consumo masivo proyecta una caída para el primer cuatrimestre de 2019 que rondará el 5%. En el caso de Scentia, estima que las finanzas argentinas caerán en todo el 2019 entre 1,5% y 2%, mientras que Kantar Worldpanel pronostica que será de 2%.
“Es de esperar un primer cuatrimestre bastante malo, tal vez con caídas superiores al 5%, lo cual nos va a condicionar muy fuerte para el año; la expectativa es que tampoco en 2019 el consumo logre recuperarse, más allá del año electoral”, señala un informe de Kantar.
Con respecto al tarifazo, desde la consultora consideraron en declaraciones reproducidas por El Cronista que “son pésimas noticias para el bolsillo de los hogares de clase baja, que explican gran parte del consumo masivo”.
Para Macri, quien aspira la reelección, una de las promesas de campaña que divulgó junto a su partido Cambiemos, fue que Argentina debía evitar llegar a una situación como la que vive Venezuela. Pero luego de tres años de gobierno, la gestión de Macri ha llevado a que la economía de su país se parezca cada vez más a la grave crisis que viven los venezolanos.
Es tan así que el propio FMI en su último informe de Perspectivas de la Economía Mundial (World Economic Outlook-WEO) indicó que ambos países estarán en 2019 entre las nueve economías que sufrirán deterioro de sus finanzas.
A pesar de todo el escenario que advierten analistas, consultoras, el FMI y el propio pueblo que padece la cruda realidad de la crisis económica en su país, el Presidente Macri -quien anhela revalidar su mandato y extenderlo hasta el 2023- le dice a los argentinos: «¡Te mando un gran abrazo y un beso! Feliz 2019”.
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