El presidente de Argentina, Mauricio Macri, parece tener los días contados en el país suramericano. Su fracaso en las elecciones primarias del pasado domingo -11 de agosto de 2019- evidencian su poca aceptación y baja popularidad en la gran mayoría del pueblo.
La derrota de Macri en las PASO (Primarias Simultáneas Abiertas y Obligatorias) está profundamente marcada por una gestión de gobierno que ha decidido privilegiar al mercado económico a través de innumerables concesiones para beneficio del empresariado que van acompañadas de una serie de políticas neoliberales que han ocasionado retroceso, endeudamiento, pobreza y un severo detrimento de la calidad de vida y derechos sociales de los argentinos.
La noche del domingo, luego de conocerse los resultados de las PASO con la «durísima derrota» (47 % – 32 %) -como describen varios medios argentinos- de Macri frente al kirchnerismo (Alberto Fernández y la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner); un periodista de Infobae le preguntó al actual presidente si consideraba que su gobierno había fracasado, dado que una vez culmine su mandato la pobreza en Argentina es igual o más alta que cuando asumió.
La pregunta del periodista fue la siguiente: «¿Qué vislumbra para sus últimos días de gobierno, si es que esta tendencia se ratifica en octubre o en noviembre, teniendo en cuenta que usted había pedido que se lo juzgue por la pobreza y probablemente cuando usted se vaya de esta gestión, la pobreza va a ser igual o más alta que cuando asumió? ¿Usted considera si se puede catalogar, en ese sentido, como un fracaso su gobierno o cómo lo considera usted?»
Macri nunca respondió directamente al periodista. De hecho evadió mencionar las palabras ‘pobreza’ y ‘fracaso’ durante su intervención. Sin embargo, llama la atención que al contestar esa pregunta dijera que «tampoco es muy importante» como se le juzque o no, el proceder de su gestión ante los indicadores irrefutables del aumento de la pobreza, pues según él, es algo que juzgará «en el tiempo la historia».
“Nosotros, que nos ocupamos del servicio público, nos juzga en el tiempo la historia, lo cual tampoco es muy importante, lo importante es que ayudamos a sacar este país adelante, hemos logrado grandes progresos, estoy muy contento de los progresos económicos que hemos logrado en términos de abrir oportunidades”, contestó Macri.
Pero tal progreso del que habla el actual presidente argentino no es taxativo con los indicadores sociales, como sí lo es con las cifras reflejadas por los empresarios, entre ellos el propio Macri, quien junto a su familia, amigos y socios, reflejan como su patrimonio multimillonario ha crecido exponencialmente desde que está en la Casa Rosada.
Macri privilegia ‘el mercado’
En la misma rueda de prensa, Macri confesó que su Gobierno ha privilegiado al mercado, un hecho verificable en la posición asumida por este sector que tomó posición política el pasado viernes -9 de agosto- dos días antes de las PASO.
“Sabemos que el mercado es un fenómeno distinto a la política local y que toma sus posiciones. El viernes vimos que tomaron una posición muy a favor de Argentina, pensando que nosotros ganábamos la elección y ahora perdimos, perdimos por mucho”, acotó.
Y la reacción de ‘el mercado’ este lunes -12 de agosto- tras conocerse los resultados de las primarias, provocó un desplome del valor del peso argentino ante el dólar, dejando claro que los intereses del sector económico poderoso en Argentina está vinculado a la victoria de Macri y no el retorno del kirchnerismo.
Según datos del Banco Nación de Argentina, el precio de la divisa estadounidense comenzó el día con una subida de 32 % con respecto al cierre del viernes (61 pesos por dólar frente a 46,20 de finales de la pasada semana), una devaluación de 24 %.
“El mercado va a tener una posición”, advirtió Macri el domingo en la noche. La posición fue un duro golpe a la moneda, que según el actual Presidente es culpa del gobierno anterior por “todas las limitaciones de lo que heredamos a los argentinos”, aunque considera que sus políticas están “en el camino correcto” y “la economía se va recuperando lentamente”.
Los más golpeados: Los pobres
La mala gestión de Macri está referenciada en las cifras que muestran su mandato. La desigualdad económica y las brechas sociales se han agudizado y afectan con mayor rudeza al sector más pobre, más de 13 millones de personas (30 % de la población).
Pero lo que más llama la atención es que mientras los pobres reciben el mayor castigo, los sectores que están sólidos económicamente han logrado incrementar sus ganancias con Macri en el poder.
Tales cifras son referenciadas en un informe difundido en abril pasado, realizado y publicado por el grupo de estudios Proyecto Económico.
De acuerdo con el informe, que estudió y sectorizó a la población argentina en 10 estratos sociales (deciles), se reporta que entre 2016 y 2018 -primeros tres años de gobierno de Macri- el decil más pobre (10 % de los argentinos) perdió su capacidad de compra en 38,4 %.
Además, en ese mismo período, la canasta básica alimentaria -indispensable para no caer en la indigencia- se encareció 151 %, misma que en el último año subió 53%.
Esta situación se suma a una inflación continuada y a un proceso de devaluación sostenido de la moneda argentina, el peso, que se ha depreciado frente al dólar.
El referido estudio también agrega que la población más pobre en Argentina se ha visto afectada por el paquetazo económico de Macri, que incluye incremento de los precios en servicios públicos y rubros alimenticios, para cumplir con las exigencias del Fondo Monetario Internacional (FMI), organismo con el que el actual presidente contrajo una deuda sin precedentes.
Encarecimiento de los servicios y más pobreza
En ese contexto, la población argentina ha visto como el incremento promedio de todos los servicios públicos, se ha encarecido en más de 2.000 %, el mayor registro del continente en comparación con el salario mínimo.
Otro informe, realizado por la Universidad de Avellaneda (Undav), detalla que desde inicios de 2016, el gobierno de Macri ha aplicado incrementos acumulados que presentan los siguientes promedios negativos: 2.057 % en gas natural, 1.491 % en energía eléctrica y casi 1.000 % en el servicio de agua potable.
En materia de transporte, el gobierno de Macri subió los precios de los peajes en 677 %, en 375 % los boletos de tren, en 332 % en colectivos de corta distancia y en 177 % en subterráneos.
Las cifras generales registran que 40 % de la población argentina está más empobrecida y con menos capacidad de compra; mientras que -según datos del informe del grupo de estudios Proyecto Económico- el Decil N° 10 (el más rico o de mayores recursos económicos) presenta, en los últimos tres años, un incremento de sus ingresos monetarios de 103,9 %.
Por ejemplo, entre el cuarto trimestre de 2017 y el cuarto trimestre de 2018, los ingresos del decil más rico en Argentina subieron a 32,9 %, mientras que los del decil más pobre apenas llegaron 12,8 %, y esto debido al aumento de salarios mínimos, que en términos reales incide favorablemente para las estadísticas pero no tienen impacto real positivo en la población.
Además, el informe resalta que “al desagregar la inflación general, queda de manifiesto que los capítulos que muestran mayor incremento de precios son aquellos asociados al consumo de los más pobres”.
Cita el informe que durante 2016 el incremento en los precios de las tarifas públicas encabezó -por lejos- el alza de precios minoristas; entonces, cuando las “actualizaciones” tarifarias continuaron sufriendo incrementos importantes, pero no de la magnitud de los anteriores, fueron los alimentos y el transporte, rubros que pasaron a ocupar la cabecera en materia de inflación, bienes además que -por ser de primera necesidad- aún, ante enormes variaciones en su precio, difícilmente dejan de ser consumidos por las familias.
Macri creó al país más endeudado de América Latina
Tras negociar con el FMI, Macri convirtió a Argentina en el país más endeudado de América Latina, con una carga de al menos 307.656 millones de dólares a cuestas.
El Balance Preliminar de las Economías de América Latina y el Caribe presentado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), detalla que el gobierno de Macri produjo que el país alcanzara una deuda pública de 77,4 % del Producto Interno Bruto (PIB) durante el tercer trimestre de 2018.
Este porcentaje de deuda sólo incluye el primer desembolso del préstamo del FMI, de 15.000 millones de dólares, efectuado en junio de 2018, mientras alerta que la deuda del país seguirá creciendo por los próximos préstamos que recibirá del organismo internacional, hecho que pudiera llevar el endeudamiento de Argentina a más del 90 %. En 2017 la deuda era de 56,6 % respecto al PBI.
Otro de los factores relacionados al aumento de la deuda es la creciente inflación en el país, que en 2018 registró un incremento de precios acumulado de 47,7 %, la tasa más alta en 27 años.
De hecho, la devaluación del peso implicó un recorte del PIB medido en dólares al pasar de 560.000 millones de dólares en 2017, a un PIB del orden de 322.000 millones en 2018.
FMI reconoce la crisis en la Argentina de Macri
Las estimaciones del FMI sobre Argentina develan que las políticas de Macri seguirán golpeando el desempleo y la economía. Según el organismo, Argentina registrará pérdidas de puestos laborales en 10 % para 2019 y el 2020.
Los indicadores del FMI, presentados el pasado 9 de abril de 2019, sobre las perspectivas de la economía mundial para el 2019 y 2020, estiman que el PIB argentino caerá 1,2 % en 2019.
En el caso del desempleo, tomando en cuenta el 9,2 % registrado en 2018, en vez de disminuir se mantendrá en alza como mínimo hasta 2020. Un indicador negativo que se suma al promedio presentado por la gestión de Macri desde 2016, que durante tres años consecutivos presenta 30 % acumulado en las carencias de empleo. De hecho, hasta principios de 2019, los despidos en Argentina superaban los 200.000 puestos de trabajo.
El FMI agrega que la inflación relacionada con los precios al consumidor también continuará en ascenso con 43,7% para 2019 y 23,2% para 2020.
En 2018 la organización dirigida por Christine Lagarde acordó con el Gobierno de Mauricio Macri un préstamo de 57.000 millones de dólares, a entregarse en diferentes tramos durante tres años.
Las negociaciones con el FMI y el Gobierno argentino implican que que los directivos del organismo realicen un monitoreo constante de las cuentas del país suramericano, para revisar que se cumpla con el convenio pactado y así decidir si girar o no más dinero.
Bajo este patrón, el pasado 5 de abril de 2019, el FMI aprobó un nuevo desembolso de 10.870 millones de dólares para el país latinoamericano, aún cuando estima que «los riesgos a la baja para la economía siguen siendo importantes» y que las preferencias de los inversionistas se «podrían desviar» «en detrimento de los activos en pesos y generar presiones sobre la moneda y la cuenta de capital».
En otras palabras, la advertencia en ese momento del FMI es que el peso argentino podría volver a sufrir una nueva devaluación, tal y como ocurrió este lunes tras la derrota de Macri.