El número de infectados del coronavirus COVID-19 en Brasil supera los 3.500 casos, mientras que la cifra de muertos es mayor a 500, lo que lo convierte en el país de América Latina más afectado por la pandemia.
Aunque la mayoría de los gobiernos de la región se han debido en la necesidad de implementar fuertes medidas de aislamiento social y paralización de actividades para evitar la propagación del coronavirus entre la población, el presidente brasileño, Jair Bolsonaro, ha sido fuertemente criticado por negar la gravedad y peligro del brote.
Desde que comenzó la crisis en su país, el ultraderechista se ha despachado con una serie de declaraciones intentando minimizar el impacto de la enfermedad.
«El coronavirus es una fantasía»
El coronavirus todavía no se había convertido en pandemia el 10 de marzo, cuando el presidente brasileño dio una rueda de prensa en Miami, luego de reunirse con su homólogo estadounidense, Donald Trump.
Al ser consultado sobre los riesgos del coronavirus, Bolsonaro se mostró reacio a darle importancia al brote, que ya afectaba brasileños desde la última semana de febrero.
«Creo que hay un elemento, por decir, de fantasía o ficción a su alrededor. No está tan mal», dijo, citado por Sputnik.
«Es un resfriadito»
En cada oportunidad que tiene, el presidente brasileño ha intentado minimizar los efectos que el coronavirus puede tener en las personas que se contagian.
Durante un discurso televisado econoció que el virus ya había llegado a Brasil pero intentó tranquilizar sobre sus síntomas. Aseguró que si él mismo se contagiara COVID-19, no sentiría más que «un resfriadito» o una «gripecita», debido a su «historial de atleta».
En los días siguientes, medios brasileños se encargaron de recordar que hay cientos de deportistas profesionales afectados con la enfermedad y, al contrario de lo dicho por el mandatario, sí sufren síntomas.
El gobernador de Sao Paulo es un «lunático»
Los enfrentamientos entre Bolsonaro y los gobernadores de Brasil que se oponen a sus políticas aumentaron durante la crisis sanitaria.
Uno de los cruces más explícitos se dio entre el mandatario y el gobernador Sao Paulo, Joao Doria, luego de que éste decretara una cuarentena obligatoria vigente entre el 24 de marzo y el 7 de abril.
La medida enfureció a Bolsonaro, quien en una entrevista con CNN Brasil calificó a Doria como «un lunático».
«Está haciendo cálculo político en este caso. Lamento su posición, hacer política para promoverse», afirmó.
Algunos simplemente «van a morir»
En diferentes entrevistas, el presidente brasileño no ha tenido reparos en confesar que su principal preocupación está en la economía.
«¿Van a morir algunos por el virus? Sí, van a morir. Algunos que están con deficiencias y otros que van a suceder (…) Va a suceder, lo lamento. No podemos crear ese clima que perjudica a la economía».
En una entrevista, Bolsonaro ironizó incluso con la muerte de su propia madre con coronavirus, demostrando poca preocupación por la salud de su progenitora.
«Mi madre tiene 92 años. Si la alcanza a ella, pobre, probablemente no va a resistir«, afirmó desatando las críticas.
Los brasileños «bucean en las alcantarillas»
A pesar del paso de los días y el aumento de casos en Brasil, la postura de Bolsonaro con respecto al coronavirus sigue siendo la misma.
En todo momento, descarta que su país llegue a situaciones similares a las de Italia y España.
Su argumento para decir eso, en una rueda de prensa con periodistas, es que el brasileño es «diferente«.
«El brasileño tiene que ser estudiado. Él no se contagia nada. Ves a un chico saltando en una alcantarilla, sale, se sumerge y no le pasa nada», afirmó.
Asimismo, afirmó que «el exceso de remedio es tóxico, es ruín».
“Las muertes no tienen que ver con el coronavirus»
Bolsonaro, puso en duda este viernes en una entrevista a TV Bandeirantes la cifra de muertes por coronavirus en Italia , el país del mundo con mayor número de fallecidos por la pandemia, y en Sao Paulo.
“La mayoría de las muertes no tiene nada que ver con el coronavirus, nada que ver. Son personas que estaban en una región fría y todos con una media de edad de 80”, dijo el mandatario, sin dar más detalles, al referirse al número de fallecidos en Italia, que supera los 9.000.
El ultraderechista también cuestionó los números del estado de Sao Paulo, la región más golpeada de Brasil con 1.223 de los casi 3.500 positivos registrados en apenas un mes, según datos del propio Ministerio de Salud.
Esa cifra “es muy grande para Sao Paulo. Hay que ver lo que está pasando ahí. No puede ser un juego de número para favorecer el interés político”, indicó Bolsonaro. “No me estoy creyendo ese número”, agregó al ser repreguntado sobre el asunto.
«Que vayan a trabajar»
En declaraciones recientes condenó que “algunos” lo acusan de estar preocupado “con la economía y no con la vida”. Sin embargo resaltó que “con la economía quebrada habrá una pérdida de vidas gigantesca”.
“Quien tenga un empleo, que vaya a trabajar”, alentó sin importar las medidas de aislamiento social establecidas en casi todos los países para prevenir la propagación del brote.
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