Este 23 de enero se cumple un año de la autojuramentación de Juan Guaidó, líder opositor manchado por graves casos de malversación de fondos, desfalco y lavado de dinero, todo denunciado por grandes medios de comunicación
Fondos proveniente de actividades ilícitas, como malversación y lavado de dinero, recibió la extrema derecha venezolana, liderada por el diputado Juan Guaidó, autoproclamado «presidente interino», develó una investigación de la agencia de noticias Reuters.
En un artículo publicado por el referido medio —que se ha caracterizado por una línea editorial contraria al gobierno de Nicolás Maduro—, se informa que el empresario venezolano investigado por la justicia de Estados Unidos (EE. UU.), Alejandro Betancourt, sostuvo en agosto de 2019 un encuentro en España con Rudy Giuliani, en el que le confesó al abogado de Trump que, en secreto, ha financiado al líder opositor.
«Betancourt esperaba que esas buenas intenciones permitieran a Giuliani, su abogado, persuadir al Departamento de Justicia de abandonar una investigación sobre el empresario vinculada con un caso de lavado de dinero y soborno en Florida», cita el artículo.
El texto —que refiere a cuatro fuentes— especifica que un mes más tarde, en una reunión en Washington, Giuliani instó a los fiscales del Departamento de Justicia de ese país a que «actuaran con calma» en el caso de Betancourt, según una persona con conocimiento directo de la reunión y Lev Parnas, un empresario exasociado de Giuliani, «quien dijo que fue el propio Giuliani quien le contó al respecto».
Aunque Giuliani no quiso confirmar que la reunión con los fiscales fuese a favor de Betancourt, sí confirmó dicho encuentro con los representantes de la justicia.
El medio británico agrega que la reunión en España y los esfuerzos de Giuliani por presionar a la justicia a nombre del empresario acusado de corrupción fueron reseñados previamente por Washington Post, pero Reuters «es el primero en informar que Betancourt le dijo a Giuliani que brindó apoyo financiero a la oposición de Venezuela y que Giuliani promocionó esa supuesta asistencia a los fiscales estadounidenses como una razón para eliminar la nube legal que persigue a su cliente».
Giuliani, muy allegado a Trump, es un político con mucha influencia en las altas esferas de poder de EE. UU. Se presenta como un abogado personal no remunerado del mandatario estadounidense, lo que le ha permitido pasearse por los pasillos del Capitolio, la Casa Blanca y las cortes federales. También suele atender a clientes privados, como Alejandro Betancourt, quien es investigado por las autoridades del país del norte y por el Gobierno de Venezuela por escándalos de corrupción.
El Nuevo Helard informó en noviembre pasado sobre una investigación —en la que no aparece formalmente acusado Betancourt— sobre un esquema de corrupción que lavó 1.200 millones de dólares de la estatal Petróleos de Venezuela, con falsos negocios inmobiliarios en el sur de Florida, y títulos valores.
El medio estadounidense asegura que el empresario sí está involucrado en la investigación, pero un representante de Betancourt, que pidió a Reuters no ser identificado, dijo que el magnate “no hizo nada y que no ha sido acusado de ningún delito”. También dijo que el empresario había brindado un apoyo financiero “muy sustancial” a la oposición de Venezuela.
«Ya son millonarios»
Sobre este caso se refirió este jueves el ministro de Comunicación e Información venezolano, Jorge Rodríguez, quien aclaró que Betancourt obtuvo contratos ilícitos con la estatal petrolera bajo la administración del hoy prófugo de la justicia, y expresidente de dicha compañía, Rafael Ramírez.
«Ayer Reuters informó que Giuliani le pidió al departamento de justicia de Estados Unidos que tuvieran clemencia con este ladrón. Alejandro Betancourt se reunió con Giuliani y Wilmer Guaidó, padre de Juan Guaidó… Betancourt es un corrupto que se hizo rico gracias a los contratos ilícitos que le dio Rafael Ramírez cuando fue presidente de PDVSA», dijo en rueda de prensa a los medios en Caracas, en donde también hizo un recuento de los millones de dólares que ha obtenido la oposición venezolana, como supuesta «ayuda humanitaria».
Rodríguez instó a Guaidó a rendir cuentas de los 467 millones dólares que les ha otorgado la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID, por sus siglas en inglés), desde 2017.
En su opinión, la «motivación medular» de Guaidó es «hacerse de manera rápida de los fondos que les sean entregados para activar sus planes junto al Gobierno norteamericano y colombiano».
El funcionario enumeró los casos abiertos por la justicia venezolana al diputado opositor, y sus colaboradores, por el presunto desfalco de los activos de las subsidiarias de PDVSA en el exterior: Citgo (EE. UU.), Monómeros (Colombia) y de refinerías en Jamaica y República Dominicana.
Otros de los involucrados en el mal manejo del dinero son el hermano de Guaidó; su representante en EE. UU., Carlos Vecchio; el abanderado de Primero Justicia, Julio Borges y el líder de Voluntad Popular (VP) Leopoldo López, todos prófugos de la justicia.
«¿Cómo vive Borges en Colombia? ¿Quién paga sus viajes en primera clase por todo el mundo? ¿Quién está pagando la gira de Guaidó y su combo?», se preguntó Rodríguez, quien afirmó: «Ya lograron su objetivo: son millonarios».
Del mismo modo, recordó que en mayo de 2019 fueron detenidos Juan Planchart, primo de Guaidó, y Roberto Marrero, militantes de VP, por corrupción y robo de los activos de Venezuela.
En la rueda de prensa también recordó la desviación de más de 100.000 dólares destinados a la atención de militares desertores, que ingresaron a territorio colombiano, que supuestamente fueron malversados por Kevin Rojas y Rossana Barrera, ambos de VP.
«Los fondos que supuestamente estaban destinados para la atención de militares desertores fueron sustituidos por fiestas», con referencia a la denuncia hecha por el exenviado a Colombia de Guaidó, Humberto Calderón Berti, quien recibió información de inteligencia colombiana sobre el despilfarro de los recursos en prostitutas, licor y otros gastos.
EE. UU. cómplice
El Gobierno de EE. UU. parece ser cómplice de todo. En el Departamento de Estado, Elliott Abrams, representante especial de Estados Unidos para Venezuela, dijo a Reuters que la administración es «consciente» de la falta de transparencia en el financiamiento de la oposición.
“Nos preocupan quiénes son todas estas personas y cómo hicieron su dinero. Y eso es algo que hemos planteado con la oposición”, agregó Abrams, citado por la referida agencia.
Cuando se le preguntó si Betancourt era una de esas personas preocupantes, Abrams dijo: “No hay comentarios sobre nombres individuales”.
Fuentes: Reuters, RT, Noticiero Digital, El Nuevo Herald