Juan Guaidó se reunió el miércoles 5 de febrero con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en la Casa Blanca, en medio de dudas de que posiblemente el norteamericano lo dejara plantado, pero finalmente sí lo recibió.
La reunión se dio justo en un momento importante para demócratas y republicanos, en plena precampaña de cara a las elecciones presidenciales de noviembre próximo, para las que el voto latino del estado de Florida es importante y, generalmente, determinante.
Pero, en términos reales y concretos, ¿qué trajo consigo la reunión de Guaidó con Trump? Hasta el momento, lo único tangible son más medidas coercitivas -disfrazadas como «sanciones»- contra El Estado y el pueblo de Venezuela, muchas de las cuales generan duras consecuencias en millones de inocentes, niños y enfermos que requieren ayuda vital.
El más claro ejemplo de los «resultados» entre la reunión de Trump con Guaidó se evidencia en las sanciones contra la Fundación Simón Bolívar, institución de carácter privado y sin fines de lucro afiliada a CITGO, la refinería de Petróleos de Venezuela (PDVSA) con sede en EE. UU. que está secuestrada por el grupo de Guaidó, con apoyo de Trump.
La mencionada Fundación informó, en una carta dirigida a los padres y madres de los pacientes que atiende, que «desafortunadamente, debido a los cambios recientes en los requisitos legales y a las sanciones impuestas por Washington, tienen prohibido pagar los servicios o gastos proporcionados al paciente«.
Precisamente, estos servicios son financiamientos dirigidos para atender tratamientos requeridos por niños y niñas que recibieron transplantes de órganos o que estaban por hacerlo.
La comunicación firmada por Gina Coon, Tesorera de la Fundación, añade que la decisión se ajusta «en cumplimiento con la ley de Estados Unidos», razón por la cual «la Fundación debe cesar de atender pacientes el 30 de julio de 2020«.
«Por ello, considerando la salud y el bienestar de los beneficiarios afectados, exhortamos a los pacientes a buscar activa e inmediatamente fuentes alternativas de apoyo, pues dicho proceso puede ser complejo y prolongado», dice el documento dirigido a los representantes de una paciente llamada Isabella, que está en tratamiento por transplante de hígado.
Añade la misiva que «la Fundación no financiará ni pagará ningún tratamiento médico, gastos de alojamiento y manutención u otro tipo de apoyo para el paciente incurrido o no pagado después del 30 de julio de 2020, y el paciente será el único responsable de dicho tratamiento médico, gastos y manutención».
Ataque y bloqueo a Conviasa
El viernes 7 de febrero, tras la reunión de Guaidó con Trump, la Oficina de Relaciones de Control de Activos Extranjeros del Departamento de Tesoro informó que estableció sanciones contra 40 aeronaves -incluyendo el avión presidencial- pertenecientes al Consorcio Venezolano de Industrias Aeronáuticas y Servicios Aéreos (Conviasa).
El secretario de Estado, Mike Pompeo, advirtió a los estadounidenses que “no pueden entrar en transacciones con esta aerolínea o con estas naves, incluyendo para vuelos chárter”.
Según el comunicado del Departamento del Tesoro, se trata de aviones civiles y comerciales, modelo Embraer E-Jets, Boeing 737, Cessna 208 Caravan y Airbus A319.
Algunos de estos aviones también han sido utilizados por el Gobierno para facilitar el retorno de venezolanos que han sido victimas de la xenofobia, en un plan denominado “Vuelta a la patria”.
Las nuevas medidas unilaterales son anunciadas el mismo día que el canciller de Rusia, Serguéi Lavrov, arribó a Venezuela, como parte de su breve gira por Latinoamérica.
En diciembre del 2019, el Departamento del Tesoro introdujo a seis buques de transporte de crudo de la estatal PDVSA en la lista de los llamados Nacionales Designados Especialmente (SDN, por su sigla en inglés), de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC).
Un mes antes, el gobierno de Trump incluyó en esa misma lista a embarcaciones y entidades encargadas del transporte de petróleo de Venezuela a Cuba.
Además de esto, Trump mantiene secuestrada en su territorio a CITGO, con un valor superior a los 40.000 millones de dólares, sin contar los daños generados por el bloqueo en Venezuela, que incluye medidas coercitivas de la Unión Europea que impiden transacciones y congelan recursos venezolanos destinados a la compra de medicinas, tratamientos, alimentos, equipos y repuestos para sectores prioritarios.
Así recibieron a Guaidó en Venezuela
Tras realizar su lobby en Estados Unidos para recrudecer la situación política, económica y social en Venezuela, Guaidó arribó el martes 11 de febrero al aeropuerto internacional Simón Bolívar, en el estado venezolano de La Guaira (norte).
Una vez que bajó del avión, Guaidó tuvo que dirigirse al puesto de migración como un pasajero más y no como lo hace un Jefe de Estado de cualquier país, es decir, ingresan por una zona especial con la debida seguridad que en esos casos se presta para un Presidente de la República.
Guaidó presentó su cédula de identidad y no el pasaporte. Mientras estaba allí, una mujer trabajadora de Conviasa le expresó su rechazo y lo llamo «traidor», «vende patria»; mientras los presentes lo abucheaban.
Guaidó siguió de largo sin esperar el permiso del funcionario de migración, la trabajadora de Conviasa lo seguía increpando y reclamándole el mal que le ha hecho al país, al ser promotor de sanciones que van dirigidas contra la calidad de vida de los venezolanos.
Seguidamente otra mujer trabajadora de la aerolínea se abalanzó sobre Guaidó y le tiró encima una bebida, mientras le reclamaba enfurecidamente por haber logrado que el Departamento del Tesoro aplicara medidas contra Conviasa, situación que pone en riesgo la estabilidad laboral de al menos 2.000 familias.
En medio de todo esto, Guaidó se limitaba a reírse. La misma mujer que lo increpó en migración, le dijo: «Vamos a ver, allá afuera te está esperando el pueblo que te quiere»; y responde Guaidó: «No te preocupes, que el pueblo me va a recibir».
Acto siguiente, Guaidó trata de dejar atrás a la trabajadora de Conviasa pero ésta insistía que lo acompañaría para ver si es tan valiente.
Ya en las afueras y esperado por medios internacionales, decenas de personas recibieron a Guaidó con un rotundo rechazo que generó una trifulca justo en la salida de la terminal internacional.
En medio del tumulto, Guaidó recibió innumerables reclamos, le gritaban «asesino», «traidor», «vende patria», «lame zuela», «cachorro de Trump», «títere del imperio»; mientras otros lo enfrentaron directamente, lo jalonearon de su ropa, insultaron y hasta lo golpearon.
La seguridad de Guaidó no sirvió para nada, el hombre quedó totalmente expuesto hasta que lo lograron meter en una camioneta, en la que fue sacado del sitio.
Tras su huída, una mujer que estuvo presente mostró un zapato arrancado a Guaidó, como un premio y ejemplo del rechazo que sienten los venezolanos sobre este autoproclamado «presidente».
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