Venezuela condenó que el informe no haga mención alguna a los avances alcanzados en materia de derechos humanos y que ignore los graves impactos del ilegal bloqueo económico aplicado por Estados Unidos.
El Gobierno de Venezuela denunció este viernes la parcialidad del informe presentado por la Alta Comisionada para Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas (ONU) sobre la situación política, social y económica del país caribeño.
«Resulta incomprensible el contenido de dicho informe dominado por una visión selectiva y parcializada, carente de rigor científico, con graves errores metodológicos», expresó el viceministro para Comunicación Internacional, William Castillo, durante su intervención en la 41° sesión del Consejode los derechos humanos de la ONU que se realiza en Ginebra, Suiza.
«Venezuela está segura de que usted sabe que el informe no refleja la realidad de lo que vio (…) Exigimos la corrección de su contenido, e instamos a una actuación ponderada y respetuosa de su oficina», subrayó.
El Gobierno venezolano plantea que el documento está sesgado ya que durante su elaboración se privilegió el testimonio de fuentes carentes de objetividad, alineadas por la oposición y se dejó por fuera la información provista por el Estado venezolano a la Oficina de la alta comisionada.
También que el 82 % de las entrevistas utilizadas fueron realizadas a personas que habitan fuera del territorio venezolano.
«El informe contiene 558 entrevistas, 460 de ellas fueron realizadas fuera de Venezuela, lo cual significa 82 por ciento de las opiniones vertidas en él», explicó Castillo, al tiempo que denunció que el documento está «dominado por una visión selectiva y parcializada; un escrito carente de rigor científico, con graves errores metodológicos, y que parece un calco de informes anteriores».
Además, reiteró que el reporte no menciona los avances de Venezuela en materia de derechos humanos e ignora las graves consecuencias de las sanciones unilaterales y el bloqueo económico aplicado por el gobierno de Estados Unidos contra la nación caribeña.
Recordó que desde hace 20 años, Venezuela es blanco de la continua agresión del gobierno de Estados Unidos con el fin de lograr un “cambio de régimen”, cuyas acciones incluyen “Golpes de Estado como en 2002, intentos de magnicidio como el perpetrado contra el presidente Maduro en agosto de 2018, sabotajes a la industria petrolera y los servicios públicos, violencia paramilitar y política, cerco diplomático, y desde 2015, un férreo bloqueo a nuestras actividades comerciales y financieras».
También dejó claro que en Venezuela no existe una crisis humanitaria tal y como refiere el documento firmado por Bachelet.
“Padecemos problemas económicos asociados a la caída de los precios del petróleo y el bloqueo económico de EE.UU.», apuntó y precisó que las exportaciones petroleras pasaron de 40 mil millones de dólares anuales a unos 5 mil millones a partir de 2015.
También se refirió al congelamiento de más de 30 mil millones de dólares en activos de la estatal Petróleos de Venezuela (Pdvsa) y la retención en 40 bancos de un monto de 5 mil 400 millones de dólares, lo que le impide a Venezuela comprar alimentos y medicinas.
“Venezuela no puede refinanciar su deuda y se castiga a los buques petroleros y a las empresas que mantienen trato comercial con nuestro país”, denunció.
El viceministro indicó que el Gobierno ha solventado las necesidades de todos los venezolanos por la crisis que atraviesa el país en estos momentos y rechazó la criminalización de los cuerpos de seguridad
Duurante su intervención en la sesión de la ONU, el funcionario afirmó que «Venezuela atenderá las recomendaciones constructivas que usted (Bachelet) haga, con miras a fortalecer los derechos humanos y a apuntalar el estado social de derecho y de justicia”.
«En nombre de nuestro pueblo, exhortamos a la alta comisionada, Michelle Bachelet, a alcanzar el equilibrio e instamos a una actuación ponderada y respetuosa de su oficina «, añadió.
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