La Fiscalía General del Estado (FGE) de Ecuador abrió una investigación contra el ministro de Salud, Juan Carlos Zevallos, por el presunto delito de «tráfico de influencias» en el proceso de distribución de las vacunas para el combate al COVID-19.
La investigación se pone en marcha luego de las denuncias en contra del funcionario por autorizar y vacunar, con parte de las pocas vacunas contra el coronavirus que han llegado al país, en el privado Centro Geriátrico del Hospital de los Valles, uno de los centros de salud y residencia para ancianos más exclusivos del país, donde tiene a «varios familiares», según admitió el propio ministro.
La vacunación se llevó a cabo en ese lugar, en el que reside la madre del ministro, el pasado fin de semana y fue realizada por una brigada del Hospital Pablo Arturo Suárez, institución pública que fue destinada a la atención de pacientes con COVID-19 desde el año pasado.
Tras el escándalo, la Asamblea Nacional aprobó un proyecto de resolución, con 121 votos a favor y cuatro abstenciones, para exhortar al presidente del país, Lenín Moreno, a que destituya al ministro Zevallos «por incumplimiento de funciones». Además, dentro del organismo, algunos legisladores pidieron que se inicie un juicio político en contra del funcionario.
El pedido de destitución que aprobó el Parlamento también fue tomado en cuenta por la FGE para abrir la investigación contra el ministro.
Hasta ahora, Zevallos mantiene el apoyo de Moreno y de todo el gabinete de Gobierno, según dijo la secretaria General de Comunicación de la Presidencia de Ecuador, Caridad Vela.
Lo que dijo el ministro
En medio del escándalo por priorizar un centro privado en lugar de los públicos, el ministro Zevallos se pronunció, en un video publicado la noche del miércoles, y dijo que no renunciaría a su cargo: «No cuenten conmigo para salir corriendo por la puerta de atrás. No es momento de bajar la guardia».
Además, justificó la vacunación a sus familiares: «El día sábado (23 de enero) visité el Hospital de los Valles, donde nuestro equipo se encontraba vacunando de acuerdo a lo que ya estaba planificado. Lo hice en mi calidad de Ministro de Salud, en mi calidad de doctor y en mi calidad de hijo […] Lamento muchísimo y de manera muy profunda que mi presencia haya sido percibida de manera negativa. Si esto fue o no una imprudencia política de mi parte no lo sé. No soy político, no entiendo de política».
En el mensaje, agregó: «Si alguien desearía que dentro de este proceso hubiera dejado fuera a mi madre, o a cualquier otra persona, debo decirle que difiero».
Al país sudamericano apenas han llegado 8.000 vacunas, que son las desarrolladas por Pfizer/BioNTech. Estas arribaron al país el pasado miércoles 20 de enero y, según la autoridades, forman parte de 86.000 unidades que llegarán hasta finales de febrero, para vacunar a 43.000 personas (cada una requiere dos dosis).
Fuente: RT.