En Colombia se ha evidenciado irregularidades luego de la asignación de tierras a campesinos, invasores se han dado a la tarea de tomar las propiedades.
Campesinos a quienes se les adjudicó la finca Palmas de Chipilín, en el corregimiento Martinica en Montería, perdieron sus viviendas, en un hecho en el que autoridades sospechan que los autores materiales eran invasores.
La finca, cuyo valor supera los 3.100 millones de pesos, fue adquirida por la Agencia Nacional de Tierras en octubre pasado para ser entregada a 45 familias de la Asociación Nacional de Campesinos (ANUC) de Córdoba, pero cinco meses después fue invadida por cerca de 100 familias.
Situaciones similares se han presentado en otras localidades de la nación neogranadina, lo que pone en riesgo el programa de formalización de tierras, puesto que ya ha logrado adjudicar 1,5 millones de hectáreas.
El director de la Agencia de Tierra, Miguel Samper ha dicho que quienes están tomando las tierras de manera forzosa, pueden quedar vetados para ser beneficiarios de los programas de asignación de tierras; la nación neogranadina avanza en un plan para ofrecer a los movimientos de campesinos los terrenos que le corresponden por derecho.