La legisladora, quien reclama la presidencia del Senado boliviano, dijo que su renuncia estuvo motivada por amenazas de muerte a ella y sus familiares, pero ésta no es válida mientras el Senado no la acepte en una plenaria
La Constitución boliviana es clara. El artículo 169 de la Carta Magna establece las sucesiones a seguir en caso de la ausencia del presidente y vicepresidente de ese país. La jefatura de Estado debe ser asumida por el presidente del Senado o Congreso. Tras el golpe de Estado asestado por la derecha contra Evo Morales, en el país andino la oposición ha violentado toda norma, y una de ellas tiene que ver con la dimisión de la presidenta del Senado, Adriana Salvatierra, posible mandataria de Bolivia.
Tras haber sido agredida por policías golpistas en las afueras de las instalaciones del Poder Legislativo, al intentarse instalar una plenaria para debatir la renuncia forzada de Morales, Salvatierra ofreció unas declaraciones a la prensa en las que aclaró el punto de su supuesta renuncia.
La senadora afirmó que ciertamente ella renunció, tal y como se difundió ampliamente en los medios de comunicación, y que su carta reposa en la presidencia del Senado. Pero aclaró que, como dicen las leyes, estas notas de dimisión deben ser debatidas en plenaria para que tengan legalidad.
Por lo tanto, como reza la Constitución, aun ella permanece frente al a presidencia del Senado, y podría ser juramentada como presidenta de Bolivia.
«Yo presenté mi carta de renuncia a la presidencia de la Cámara de Senadores, eso fue público. Esa carta tiene que leerse y someterse a la plenaria (…) mientras no se lean las cartas de renuncia los servidores continúan en ejercicio de sus funciones», declaró frente a los periodistas. Además, aclaró que su dimisión fue a la presidencia de la Cámara que representa y no a su cargo como senadora.
En su alocución, la legisladora especificó que dicha decisión fue tomada tras las amenazas de muerte y hostigamiento por parte de sectores golpistas, tal y como sucedió con el presidente de la Cámara de Diputados, Víctor Borda, a quien hordas violentas le secuestraron a su hermano, lo desnudaron y amenazaron con matarlo, así como quemaron su vivienda, tras lo cual el parlamentario tuvo que renunciar.
«Yo también fui víctima de las mismas presiones, mi familia también fue puesta en riesgo, también amenazaron nuestros domicilios, no solamente el mio, el de toda la bancada del Movimiento Al Socialismo (MAS), y eso no son las garantías suficientes para trabajar, queremos instalar (la Asamblea) y que se ponga a consideración del pleno todo», agregó.
La parlamentaria también condenó la autoproclamación de la segunda vicepresidenta del Senado, Jeanine Ángez como presidenta interina, acto que contraviene toda normativa del país.
«Ni siquiera tuvo el decoro de instalar de acuerdo con el reglamento, no tuvo quorum suficiente, no pudo instalar la Asamblea, ni siquiera dio lectura a las notas que se presentaron, ni de las habilitaciones ni de las renuncias que han sido anunciadas a los medios de comunicación, esto pues es ilegal. No hay otra palabra y es violencia física, y es abuso y es golpe de Estado, no podemos permitirlo», dijo.
Salvatierra añadió que Áñez «no tiene facultad para tratar ni un documento, por lo tanto esa convocatoria fue ilegal». «Nosotros hemos trabajado durante cuatro años y medio en estricto apego al reglamento y queremos hacer lo mismo», reafirmó tras solicitar a las fuerzas del orden que permitan instalar el pleno y debatir los asuntos pendientes, para, con ello, lograr restablecer la democracia y la paz.
Frente a los periodistas —entre los que no figuraban los grandes medios— enfatizó que ni ella ni algún parlamentario del MAS se irá del país. «Tenemos fueros que nos permiten trabajar y que permiten, además, que ni un parlamentario sea arrestado de forma irregular por actuaciones que realizan en el marco de sus atribuciones legislativas. Vamos a seguir aquí y pedimos que se brinden las garantías necesarias para que todos los parlamentarios trabajen sin acoso político, sin violencia y fundamentalmente en paz», puntualizó.
Tanto ella como otras parlamentarias fueron blancos de agresiones por parte de efectivos de seguridad. En un video viralizado en las redes, se ve el momento cuando la empujan fuertemente para impedir su acceso a las instalaciones de la Asamblea. En el material, algunos militantes gritan: «¡Respeto para la presidenta del país!».
Posteriormente, en un mensaje difundido en su Facebook, Salvatierra aclaró que están «iniciando una lucha por la recuperación de la democracia y contra el golpe de Estado».
«Eso [la lucha por la democracia], así como nuestra bandera, debe ser la lucha que una a todo el pueblo boliviano», agregó en un video.
Con información de RT