El mexicano Gustavo Castro Soto, testigo del asesinato de la activista Berta Cáceres, aseguró que las autoridades del gobierno de Honduras intentan por todos los medios mantenerlo retenido en la ciudad e incluso lo han amenazado con girar ordenes de aprehensión en su contra si deja el país.
A través de una carta, Castro aseguró que a pesar de contar con el apoyo del Consulado mexicano “no significa que mi vida deja de correr peligro, y es cosa que el gobierno hondureño no quiere ver, intentando todavía hasta el día de hoy retenerme para controlar la información de mis declaraciones. Se han negado a darme copia de mis declaraciones.”
Puntualizó que todas las siguientes declaraciones y diligencias que requieran las autoridades, las puede realizar desde México, sin embargo, el gobierno de Honduras lo ha mantenido retenido para controlar la información.
“Si bien quedé en ayunas y en la tarde me ofrecieron algo de comer, no probé alimentos hasta el día de hoy, respondiendo preguntas, haciendo test y cuanta cosa se les va ocurriendo. Parece que se les olvida que soy víctima y en durante 48 horas no cerré los ojos, sin descansar, atendiendo sus diligencias”, afirmó el también ambientalista quien aseguró que no le habían permitido cambiarse la ropa ensangrentada pues retuvieron la maleta con sus pertenencias.
Informó que las autoridades le solicitaron estar presente durante la reconstrucción de los hechos a lo que Castro accedió con la condición de estar presente en el velorio de Berta Cáceres.
“Espero que sea lo último que me pide este gobierno, porque aunque no quisiera están tentados a retenerme preventivamente, porque soy el único testigo”, comentó el ambientalista, y añadió que “accedí a ayudar en esta difícil prueba de la reconstrucción de los hechos. Por Bertica, por el Copinh, porque algún día se haga justicia y se expulsen de los territorios los proyectos de muerte y destrucción”, finalizó.
Por: Salvador Valencia
El Ciudadano