Alfredo Serrano Mancilla: Lenín Moreno superó el récord de quitar vicepresidentes y se ha convertido en el juez de la política ecuatoriana

"Ha confundido el término de confrontar y hacer política, tratando de borrar la gestión de Rafael Correa y ahora se encuentra en las manos de viejos partidos conservadores" indicó el académico

Charilin Romero

04/12/2018 3:33pm

Lenín Moreno es considerado en la opinión política del mundo como inestable en la permanencia de su equipo político en la nación ecuatoriana, debido a que ha removido de sus funciones a dos vicepresidentes distintos en menos de dos años.

Para el actual director ejecutivo del Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (CELAG), Alfredo Serrano Mancilla el mandatario ecuatoriano «pasará a la historia por muchas cosas en el Ecuador y Latinoamérica, pero nadie podrá superar este récord: haber retirado de sus funciones a dos vicepresidentes diferentes en año y medio», escribió en su artículo Lenin Moreno, el quita-vicepresidentes.

En el texto, Serrano Mancilla explicó que al primero que le quitó el cargo fue a Jorge Glas, quien fue electo y luego a María Alejandra Vicuña, designada a dedo por él mismo. «Ni uno ni otra parecen ser de su antojo. A Glas se lo sacó de encima antes de haber ninguna sentencia en su contra y hoy en día está padeciendo condiciones de cárceles inhumanas; y con Vicuña, al más mínimo ruido sobre un presunto cobro, zas, la saca de su puesto», enfatizó.

El académico español sostiene que el mandatario suramericano «actúa como juez en primera instancia: pulgar hacia abajo y luego llegan las condenas», opinó, al tiempo que resaltó que Moreno «pretende blindarse contra el tema corrupción, y cuando considera que se abre la más mínima duda en relación a cargos cercanos, entonces, previene con destitución anticipada», indicó señalando que el propio Ejecutivo ejerce funciones de justicia violentando la división de poderes del que tanto presume.

También consideró el representante del Celac que Moreno podría sufrir de inseguridad política, puesto que no fue un líder electo para ser candidato por la Revolución Ciudadana después de haber estado afuera del país durante cuatro años. Posteriormente, con ayuda de Rafael Correa ganó los comicios electorales presidenciales contra Guillermo Lasso.

En ese sentido, sostiene que Lenín Moreno está vacío de equipo, de compañía, a consecuencias de que él mismo se encargó de dilapidar,motivo por el que no se fía de nadie, ni de su sombra. Y en consecuencia, se va quedando cada día más solo y ensimismado en el ejercicio del poder, reseña el documento.

Otro de los planteamientos, al cual hace mención Serrano Mancilla es que al parecer el Gobernante ecuatoriano ha confundido el término de confrontar y hacer política pactando a la deriva para borrar de la memoria colectiva la gestión de Rafael Correa.

«Esto le ha generado un peaje muy elevado: ahora no controla ni domina su propio rumbo porque desde hace meses está en manos de otros viejos partidos conservadores. Esto le hace ser más débil, y por lo tanto, le provoca creer que todo el mundo que le rodea puede ser el próximo Judas…», expresó Serrano Mancilla, seguidamente «…Es imposible ser un buen presidente creyendo continuamente que todo el mundo te va a engañar. Y de hecho, eso le ocurre en gran medida porque no ha sabido construir un espacio íntimo caracterizado por la lealtad y confianza».

El investigador español consideró que Lenín Moreno demuestra ser un presidente débil, puesto que ha exagerado su rol de hombre-fuerte al destituir a dos vicepresidente en un período corto,decisiones que están cargadas de inseguridad institucional y democrática, evidenciando la incertidumbre.

«¿Llegará Lenín a su final de mandato? Cualquiera lo sabe. Quizás no queden vicepresidentes disponibles para que esto suceda. Pero lo que sí es cierto es que el actual presidente ha acabado con un proceso que venía caracterizado por su gran estabilidad social, política y económica», acotó Serrano Mancilla.