Luis Almagro, secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), se afinca en contra de Venezuela y Cuba.
Reaccionario, Almagro le ha pedido a los líderes regionales que apliquen sanciones “más duras” en contra del gobierno de Nicolás Maduro, en la VIII Cumbre de las Américas que se celebra en Lima, Perú.
Ha recordado también que se deben “agotar las vías diplomáticas” mientras intenta fichar aliados que apoyen la presentación de denuncias por crímenes de lesa humanidad en La Haya.
Fuera de la agenda de discusión del día, ha buscado la manera de ser escuchado y ha calificado de «bochornoso y lamentable» la situación que se vive en Cuba, nación que considera sigue «siendo subyugado por una dictadura infame, una dictadura que tiene sobre sí el peso décadas de violaciones de derechos humanos».
Al tiempo, condenó que simpatizantes afectos a los gobiernos de estas naciones revolucionarias irrumpieran en sesión del día jueves 12 de abril de la Cumbre de las Américas para manifestar su repudio a la campaña de descrédito emprendida por el diplomático, quien pareciera creer que la libertad de expresión es un derecho restringido.