El Gobierno de facto de Bolivia pidió este sábado la renuncia del relator de las Naciones Unidas Diego García-Sayán, luego de que el funcionario manifestaraa en sus redes sociales su preocupación por la “persecución política” emprendida por la autoproclamada presidenta interina, Jeanine Áñez, a exfuncionarios de la administración del presidente depuesto, Evo Morales .
La Cancillería boliviana emitió un comunicado en el que expresó su “profunda molestia” por las declaraciones de García-Sayán en las que “alega falsamente el uso de las instituciones judiciales y fiscales en Bolivia con fines políticos”.
“García Sayán debe renunciar a su cargo de Relator por dignidad, pues acaba de destruir el poco prestigio que le quedaba al permitir que la ideología prevalezca sobre la decencia, la democracia y la libertad”, indicó el texto.
El comunicado señaló que el representante de la ONU está “contradiciendo y abusando de sus funciones de relator que le obligan a investigar toda denuncia con base en evidencias jurídicas” y que realiza “un vergonzoso activismo ideológico contra los bolivianos” que recuperaron la democracia.
El relator especial de la ONU para la independencia de jueces y abogados escribió esta semana en su cuenta de Twitter que le preocupa el uso de las instituciones judiciales y fiscales con fines de “persecución política” en Bolivia y llamó al “respeto a la independencia de las instituciones y al debido proceso”.
En el mismo mensaje se refirió a la detención de Gustavo Torrico, asambleísta departamental por La Paz del Movimiento Al Socialismo (MAS), el partido de Morales, que fue aprehendido esta semana acusado por el Gobierno de Áñez por los delitos de sedición y terrorismo.
“Me preocupa el uso de las instituciones judiciales y fiscales con fines de persecución política. Crece el número de detenciones ilegales. Hoy, fue el turno del exministro Gustavo Torrico. Llamo al respeto a la independencia de las instituciones y al debido proceso”, condenó García-Sayan.
Te interesa leer: