Por Redacción
México, 19 de septiembre de 2021. El presidente Andrés Manuel López Obrador propuso a mandatarios y líderes de América Latina y el Caribe crear un acuerdo económico regional en el que se integre también a Estados Unidos y Canadá con el objetivo de fortalecer el mercado interno durante la VI Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac).
La reunión giró en torno de la integración política y económica para afrontar la crisis que ha dejado la pandemia del coronavirus y la urgencia de la solidaridad regional, así como por expresar la necesidad de poner fin al bloqueo comercial, económico y financiero a Cuba.
“Construir en el continente americano algo parecido a lo que fue la comunidad económica que dio origen a la actual Unión Europea”, propuso en su discurso de bienvenida al evento en el que estuvieron 18 presidentes o jefes de Estado, dos vicepresidentes, 12 cancilleres y otros funcionarios.
La reunión será recordada además de por la propuesta de México, por las críticas y defensas a la Organización de Estados Americanos (OEA), así como el rechazo a la presencia en la cumbre del presidente venezolano Nicolás Maduro y críticas a los gobiernos de Cuba, Nicaragua y Venezuela.
El respaldo a la Celac estuvo reflejado en la presencia del presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, y de los mensajes en video del presidente de China, Xi Jinping, y del secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres.
López Obrador dijo que para crear un organismo similar a la Unión Europea debe llegarse a acuerdos en tres cuestiones básicas: la no intervención y la autodeterminación de los pueblos, la cooperación para el desarrollo y la ayuda mutua para combatir la desigualdad y la discriminación.
Hizo un llamado a la integración económica con Estados Unidos y Canadá, “en un marco de respeto a las soberanías“, así como a terminar con bloqueos económicos.
Luis Arce, presidente de Bolivia, fue el primero en levantar la voz en contra de la OEA: aseguró que “no sirve” y reclamó un organismo “que funcione con prácticas democráticas y que responda a la realidad respaldando la soberanía de los países y sin que haya interferencias”.
Mario Abdo Benítez, presidente de Paraguay, defendió el papel de la OEA, pues dijo que tanto ese organismo como la Celac “reflejan la integración de los países” y deben ser potenciadas para que la región sea fortalecida.
En ese sentido, Luis Lacalle, presidente de Uruguay, destacó que la Celac no significa que esté “en desuso” la participación de la OEA y señaló que aunque es criticable representa una oportunidad para resaltar lo bueno y criticar lo malo.
El presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, denunció la “oportunista campaña de intereses de Estados Unidos contra Cuba” y que se haya recrudecido el embargo estadounidense mientras se sufren “las condiciones por la pandemia”.
La reunión estuvo marcada por las críticas que hicieron los mandatarios a la participación del presidente venezolano, Nicolás Maduro, en la cumbre, quien el viernes viajó por sorpresa a México para participar en el evento.
“Mi presencia en esta cumbre en ningún sentido ni circunstancia representa un reconocimiento al Gobierno del señor Nicolás Maduro. No hay ningún cambio de postura de mi Gobierno, y creo que es de caballeros decirlo de frente”, dijo el presidente paraguayo.
El mandatario uruguayo cuestionó directamente a Cuba, Venezuela y Nicaragua, y dijo que no se podía ser complaciente “cuando no hay democracia plena, separación de poderes y se utilizan los aparatos del Estado para reprimir a los disidentes y encarcelar a los opositores”.
Maduro dijo que se debe “pasar la página del divisionismo que se instaló en América Latina, del acoso a la revolución bolivariana y ahora del acoso incesante a la revolución cubana y nicaragüense, ese no es el camino”, aseguró.
Maduro retó a los presidentes de Uruguay y Paraguay a poner “la fecha y el lugar para un debate” sobre la democracia.
Contra el cambio climático
La lucha contra el cambio climático y el acceso universal a las vacunas contra la Covid-19 estuvieron entre las preocupaciones de los presidentes de la región, quienes coincidieron en la urgencia de que las naciones reciban financiamiento para afrontar la crisis climática, pues especialmente Centroamérica y el Caribe son más vulnerables ante los eventos climáticos extremos, pero también están entre los menores emisores de gases de efecto invernadero.
Carlos Alvarado, presidente de Costa Rica, expresó que “el Caribe y Centroamérica somos especialmente vulnerables a los climas extremos”, pero advirtió que “en nuestra región están las soluciones”.
Los países integrantes de la Celac aprobaron de manera unánime la adopción de medidas propuestas por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) en el Plan de Autosuficiencia Sanitaria para la región.
El plan fue presentado por la secretaria ejecutiva de la Cepal, Alicia Bárcena, y plantea garantizar en un corto plazo un acceso igualitario a las vacunas contra la Covid-19.
Bárcena presentó un documento en el que detalla las capacidades de los países en la lucha contra la covid-19; así como un detallado análisis de la industria farmacéutica.
El documento prevé crear un mecanismo de compra de vacunas y medicamentos que sea transparente y regional: “somos un mercado de 650 millones de personas, podemos generar un mercado interno, producción local y cadenas regionales”, apuntó Bárcena.
Alejandro Giammattei, presidente guatemalteco, dijo que buscará en la ONU que Centroamérica sea declarada una región altamente vulnerable ante el cambio climático para tener acceso a financiamiento climático ágil.
El presidente peruano, Pedro Castillo, hizo un llamado a los países latinoamericanos y del Caribe a “la unidad e integración de nuestros pueblos” y recordó que “la pandemia ha venido a quedarse en cada uno de los pueblos, no es solo un problema sanitario, es un problema histórico”.
Como clausura de la reunión, el canciller Marcelo Ebrard destacó que se han recaudado 15 millones de dólares para el fondo de desastres de la región y que se puso en marcha la Agencia Espacial de Latinoamérica, además del compromiso regional para que los países no queden rezagados en el proceso de vacunación.