La comunidad de Tierra del Fuego ha conseguido proteger la totalidad de la Península Mitre -un área de más de 485.000 hectáreas entre las que se incluyen más 280 mil hectáreas de tierra y 200 mil hectáreas de océano- para siempre.
La Península Mitre es un enorme sumidero de carbono, hogar de una plétora de especies amenazadas y que alberga algunos de los sitios de patrimonio natural y cultural más importantes de la región. La protección permanente de esta área es un triunfo histórico tanto para el planeta como para las comunidades locales.
En sesión extraordinaria, la legislatura local de Tierra del Fuego aprobó por unanimidad el estatuto que designa a la Península Mitre, el mayor sumidero de carbono de Argentina, como Área Natural Provincial Protegida.
Este dictamen definitivo para la protección de la península es el resultado del esfuerzo continuo de la comunidad local y 33 años de colaboración desde todos los sectores de la sociedad, incluidos líderes gubernamentales y la contribución de organizaciones como Patagonia, Tompkins Conservation, Rewilding Argentina, además de científicos y académicos.
Yvon Chouinard, fundador de la marca de vestuario outdoor Patagonia y férreo defensor de la región, recordó su primera experiencia en este lugar: «En 1977, junto a mi amigo Paul Bruun, recorrimos mochila al hombro la costa de la Península Mitre buscando pesca y aventuras. Lo que encontramos fueron antiguos naufragios, bosques de algas, turberas y truchas marinas, en uno de los lugares más salvajes que aún quedan en el planeta. Estoy orgulloso de haber tenido un pequeño papel en la creación de este parque en el fin del mundo».
La Península Mitre está ubicada en el extremo oriental de la Isla Grande de Tierra del Fuego, en Argentina.
Gracias a su enorme extensión de turba la península es la mayor área de captura de carbono del país y la presencia de bosques submarinos bien conservados aumenta su importancia y contribuye a la biodiversidad de este asombroso ecosistema.
Varias especies habitan, migran y encuentran alimento en sus superficies terrestres y marinas, entre ellas el huillín (en peligro de extinción), la ballena jorobada y el pato vapor fueguino.
Además, la zona alberga parte del patrimonio natural y cultural más importante de la región, tales como las huellas de los Haush (un pueblo cazador-recolector), varios restos de naufragios y una variedad de flora y fauna.
«Para proteger nuestro planeta se necesita que todos los sectores de la sociedad trabajen unidos y este triunfo histórico en Argentina representa un modelo para la protección de ecosistemas intactos y su biodiversidad que se puede escalar globalmente», cerraron desde Patagonia.