Mientras el clima sigue agitado en Venezuela, el presidente argentina Mauricio Macri recibió ayer a la esposa del opositor Leopoldo López, Lilian Tintori. Según informó el Gobierno de Argentina, “Tintori planteó a Macri el cuadro de extrema gravedad que atraviesa su país y le agradeció por su acompañamiento”.
Macri, acompañado por el secretario de Derechos Humanos, Claudio Avruj, pidió la liberación de López y que se recomponga “el orden democrático en Venezuela y manifestó su preocupación por la disolución de la Asamblea Nacional decidida por el Tribunal Supremo de Justicia de ese país”.
Ante esta situación, no fueron pocos quienes le recordaron al actual gobierno argentino la situación de Milagro Sala, la activista social que está detenida desde enero del 2016 a pesar de que la OEA y la CIDH, entre otros, pidieron la liberación de la líder de la agrupación Tupac Amaru.
Sala fue detenida en enero de 2016 por una supuesta «instigación a cometer delitos» y «tumulto en concurso real», una situación comparable a la de López, que incluso fue filmado incendiando dependencias oficiales y canales de TV, aunque el gobierno de Cambiemos demuestra que no tiene la misma mirada de todos los ‘presos políticos’, tal como señala el portal Política Argentina.
“A la mayoría de los argentinos nos ha parecido que había una cantidad de delitos importantes que se habían cometido por parte de Milagro Sala que ameritaban todas las causas que tiene abiertas y es importante que este entendimiento y esa información sea compartida con el mundo”, sostuvo Macri en su momento, al contrario de la posición que exhíbe internacionalmente en el caso de Leopoldo López.