Alberto Fernández afirmó que recibirá un país “en estado deplorable” con crecimiento de la pobreza, aumento de la desocupación y cierre de empresas, como consecuencia de las políticas neoliberales de Mauricio Macri.
El candidato presidencial por el Frente de Todos, Alberto Fernández lideró el sábado un multitudinario acto de campaña en la ciudad de Salta,donde ratificó su compromiso de sacar a Argentina de la profunda crisis económica que padece.
“Voy a manejar una Argentina que gobernaron ladrones de guantes blanco y que le dieron a sus amigos empresarios grandes negocios que tuvimos que pagarlos cada uno de los argentinos”, expresó citado por Página 12.
Durante su discurso, el candidato a presidente más votado en las elecciones primarias de agosto afirmó que, en caso de ratificarse esos resultados en octubre, recibirá un país “en estado deplorable” con crecimiento de la pobreza, aumento de la desocupación y cierre de empresas.
“Esa es la herencia que (esos sectores de la derecha) dejan cada vez que pasan por el gobierno. Vinieron a terminar con el cepo y dejaron el cepo, vinieron a terminar con el default, y nos dejaron el default; vinieron a llenar las reservas del Banco Central y nos dejan sin reservas. Multiplicaron la inflación por dos. Esto es lo único que saben hacer. Y siempre son los mismos los que pagan los platos rotos de estos canallas”, afirmó.
“Llegaron bajo la invocación de las libertades y terminaron oprimiendo a los sectores más desprotegidos”, subrayó al tiempo que prometió que al estar al frente del próximo gobierno “vamos a terminar con el hambre en la Argentina”.
En medio de ovaciones, Fernández ratificó que no va a prometer aquello que no puede cumplir, recordando que el actual presidente, Mauricio Macri, llegó bajo la invocación de las libertades y terminó oprimiendo a los sectores más desprotegidos.
«Lo único que hizo es sumirnos en la pobreza a los argentinos. Que no venga a decirnos a nosotros que llegó la hora de comer. Lo único que generó fueron pobres», recordó.
Macri y sus promesas
En casi cuatro años el derechista Mauricio Macri nunca había tomado el tren pasa por la Quinta de Olivos, la residencia presidencial argentina, pero el sábado decidió realizar un acto de campaña en este punto de Buenos Aires, en un claro intento desesperado por mejorar sus expectativas de votos y evitar ser derrotado en una primera vuelta el próximo 27 de octubre.
Una vez más, utilizó el lema de «Sí se puede», en un discurso estuvo plagado de promesas, las mismas que ha incumplido durante su mandato.
“Vamos a defender el país que queremos, todos juntos, hoy comienza la marcha del ‘Sí, se puede’, treinta días por todo el país, hombro a hombro, todo lo que nos une, que no nos resignamos porque sabemos que un mejor país es posible y está mucho más cerca de los que podemos ver”, dijo durante el acto realizado en las afueras de la estación de cercanías de Barrancas de Belgrano.
Sé que la clase media hizo el mayor esfuerzo, quiero decirles que los escuché, tomé nota y entendí. Se viene el alivio en el bolsillo a fin de mes, ahora se viene el crecimiento. El esfuerzo no fue en vano. Decidimos ser parte de la solución de los problemas que arrastramos hace 70 años. Esto lo resolvemos nosotros o no lo resuelve nadie», prometió el mandatario que con sus políticas neoliberales ha hundido a Argentina en una profunda crisis económica.
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