A partir de este 19 de abril, Argentina celebra la Semana de los Pueblos Indígenas, a fin de propiciar un espacio para que la nación se reconozca como un Estado multiétnico y pluricultural que permita romper con la discriminación arraigada históricamente en las poblaciones del país.
La actividad que reivindicará la cultura y los derechos de los pueblos ancestrales y es auspiciada por el Equipo Nacional de Pastoral Aborigen (Endepa) se estará desarrollando hasta el 25 de abril.
Durante estos días se evaluarán cómo viven estos pueblos en la nación argentina, además de brindar al aborigen un lugar más protagónico en la sociedad así como visibilizar sus tradiciones, costumbres e idiomas.
En la nación suramericana, las políticas sociales destinadas a los pueblos originarios son implementadas por el Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (INAI) que tiene como principal propósito asegurar el ejercicio de la plena ciudadanía a los integrantes de los pueblos indígenas, garantizando el cumplimiento de los derechos consagrados en el artículo 75 inciso 17 de la Constitución.
El INAI impulsa además la participación de las comunidades en el diseño y gestión de las políticas de Estado para el respeto de sus formas de organización tradicionales así mismo promueve el fortalecimiento de las identidades étnicas y culturales, como base para un desarrollo integral, sostenido y compatible con la preservación del medio ambiente en los territorios que habitan.
Sin embargo, se desconoce la agenda que posee el Gobierno de Mauricio Macri para celebrar esta semana en pro de las naciones ancestrales que habitan en el Argentina.
El 19 de abril de 1940 se realizó en Pátzcuaro (México) el primer Congreso Indigenista Interamericano, integrado por organizaciones de diversos países de América. En él participaron indígenas representantes de poblaciones autóctonas que plantearon por primera vez, como actores, su situación social, económica y cultural.
Desde ese año, la fecha se instauró como Día Panamericano del Indio. La Argentina adhirió a esta celebración en 1945, mediante el decreto del Poder Ejecutivo Nacional Nº 7550. En 1984, las organizaciones católicas de América Latina que defienden los derechos indígenas decidieron extender esta celebración a una semana, ya que un solo día dedicado a la realidad indígena pasaba inadvertido para la sociedad.