El ajuste al bolsillo de los argentinos parece no dar tregua y, como era de esperarse, los rubros alimenticios trasladan los costos de los megatarifazos y la inflación a sus productos. Ahora es el turno del pan, que aumentó aproximadamente un 20% en la zona metropolitana de la provincia de Buenos Aires.
«Es inevitable, hace 60 días que tenemos una avalancha de aumentos de todo tipo. Hemos intentado absorber lo más posible, pero llega un momento en que tenemos que trasladar costos», indicó Emilio Majori, presidente de la Federación Industrial Panaderil bonaerense.
Majori especificó que «la semana pasada la harina aumentó el 35 por ciento, el agua este mes vino hasta con 500 por ciento de aumento, el gas el 35 por ciento». Y agregó: «Es impresionante. Es un exabrupto, lo comprendo, y me pongo en el lugar de los consumidores. Pero no tenemos más remedio», según consignan los medios de prensa.
A su vez, Majori detalló que probablemente el precio de la docena de facturas suba hasta los 50 o 75 pesos. Y estimó que estos precios pueden continuar en alza ya que depende de la suba de los costos de la cadena productiva.
En tanto, la cámara que nuclea a los panaderos porteños informaron a El Cronista que hasta ahora no tienen previstos aumentos similares, pero que están a la expectativa de cómo avanza la situación.