La vuelta al ruedo de Cristina Kirchner a la arena política continúa con el ritmo vertiginoso con el que comenzó esta semana. Primero, el acto multitudinario en Comodoro Py, sin precedentes en la historia (¿cuándo un ex funcionario citado a declarar por la Justicia generó una convocatoria popular semejante?). Luego, la serie de reuniones con la militancia, organizaciones sociales y con los legisladores de la Cámara baja en el flamante Instituto Patria.
Ahora, será el turno de los 55 intendentes peronistas que resultaron electos por la boleta del Frente para la Victoria en la provincia de Buenos Aires, a quienes la ex mandataria invitó a una reunión para mañana, lunes, y en donde, de acuerdo a la asistencia, se podrá medir cuál es el grado de influencia que todavía mantiene Cristina tanto en el PJ como en territorio bonaerense.
“Si el plan es que nos bajen línea, no vamos a ir. Si vamos a tener un diálogo franco, es otro tema”, sostuvo un dirigente al diario Página/12. Por otro lado, un intendente que participó de la convocatoria aseguró que varios frentes están movilizados para que la reunión fracase, y denunció «presiones» tanto de “operadores del gobierno bonaerense”, es decir, que responden a María Eugenia Vidal, como también de “algunos dirigentes peronistas que no quieren que Cristina recupere influencia” en la interna. “La vuelta está poniéndolos nerviosos, eso es una buena señal”, añadió.
La agenda la ex mandataría quedará signada por lo que suceda en dicho encuentro, pero se prevé que la próxima audiencia sea con los senadores del Frente para la Victoria -cuyo bloque estuvo a punto del quiebre cuando en el debate por la ley del acuerdo con los fondos buitres la mitad votó en sintonía con el oficialismo-, y luego, con los gobernadores.