Miguel Galuccio presentó la renuncia a su cargo como presidente y CEO de YPF. Ayer a la tarde se lo comunicó a sus allegados, luego de que el Gobierno le pidiera la dimisión de ambos cargos. Sin embargo, seguirá al mando de la petrolera hasta abril, cuando se realice la próxima asamblea de accionistas, para facilitar una «transición ordenada», según consignó el macrismo.
Los motivos del pedido de renuncia por parte de la Secretaría de Energía, fueron argumentados desde el Gobierno como parte de una serie de «cambios en la estructura». Sin embargo, desde hace varias semanas trascendieron fuertes críticas desde el Gobierno hacia la situación de la empresa, lo cual recae en la administración de Galuccio.
Por ejemplo, el ministro de Energía, Juan José Aranguren, en una reunión de parlamentarios de Cambiemos en el Congreso, afirmó que la petrolera estaba sobreendeudada. Esta declaración tomó estado público a raíz de la publicación en Twitter que hizo el presidente de la Cámara alta, Federico Pinedo: «En reunión con senadores de Cambiemos con el ministro Aranguren. YPF tiene un endeudamiento que duplica su margen operativo».
A los pocos días Galuccio en una entrevista al diario La Nación manifestó: «La visión de YPF no ha sido rediscutida. YPF es una herramienta clave para el desarrollo del país y ésa es mi visión. No sé qué visión tiene (Juan José) Aranguren».
Hasta ahora no ha trascendido quién reemplazará al saliente CEO de YPF, pero el nombre que más resuena es el de Javier Rielo, cuya trayectoria en el sector de los hidrocarburos se encuentra en la empresa francesa Total Austral.
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