“Comenzaron a tirar gas lacrimógeno y gas pimienta. Habían niños, abuelas, pero no les importó nada. Empezaron a tirar balas de goma, a correr a toda la gente por las calles de Bariloche y detuvieron personas a varias cuadras de lo que es el Juzgado Federal, fue una verdadera cacería. Una compañera no mapuche, que está embarazada, está detenida; lo mismo un menor de edad. Si bien la represión paró, hay más de 20 personas detenidas y no nos quieren dar información acerca de cuál es su estado”.
Así describe Romina Jones Huala el escenario de enfrentamiento generado tras la decisión judicial argentina que da luz verde a la extradición de su primo, el lonko Facundo Jones Huala, quien es acusado por la Justicia chilena de participar en un ataque incendiario al fundo Pisu Pisué (Los Ríos) en el año 2013.
En conversación con El Ciudadano, Romina relata que recibieron la sentencia “con mucha bronca e indignación, aunque ya nos esperábamos que el resultado sea éste, teniendo en cuenta que el juez [Gustavo] Villanueva, quien tenía que tomar la decisión, es un juez totalmente racista, antimapuche y que obedece a órdenes del Gobierno Nacional, presidido por Mauricio Macri, y el Ministerio de Seguridad de la Nación, al mando de Patricia Bullrich”.
El viernes 2 de marzo, dos días después de iniciado el juicio de extradición, el magistrado rechazó la solicitud de excarcelación presentada por la abogada del líder mapuche, Sonia Ivanoff. La resolución fue interpretada como una señal previa al resultado del proceso. «Más allá de nuestras argumentaciones -tanto de Facundo como la mía durante la audiencia del miércoles-, creemos que el juez ya tenía la decisión tomada antes de escucharnos», planteó Ivanoff en la oportunidad, según recoge Infobae.
«En Chile no hay garantías»
A este medio Romina Jones Huala señala además que su primo recibió la sentencia «con mucha bronca, como lo estamos todos, pero también fortalecido al saber que hay tanta gente mapuche y no mapuche consciente y apoyándolo, sabiendo que esta lucha es digna, que no solo es para los mapuche, sino para todas las personas que habitan en estos territorios”.
La audiencia de esta jornada tuvo una particularidad: la lectura de sentencia fue a través de una videoconferencia, a diferencia de la sesión que dio comienzo al juicio, la que tuvo como sede un gimnasio municipal de Bariloche. Medios argentinos han señalado que la decisión se fundamentó en razones de seguridad y falta de espacio, sin embargo, la familia niega haber recibido explicaciones por la forma como se dio a conocer el fallo. «Hasta el momento, [el juez] a nosotros no nos ha dado ningún argumento. De hecho, ni siquiera él se encontraba en el Juzgado de Bariloche. El fallo lo dio por videoconferencia”, apunta Romina Jones Huala.
Lo que sí quedó claro es que la autoridad mapuche continuará recluida en la cárcel de Esquel y que su defensa recurrirá a la Corte Suprema para revertir la decisión de Villanueva. «Se va a apelar el fallo. En todo caso, si esa decisión también es contra el lonko, él ha pedido ser juzgado aquí, en lo que hoy es territorio usurpado por Argentina”, puntualiza su prima.
Esto último porque desde el entorno de Facundo no hay confianza en la Justicia chilena, en razón de los numerosos procesos judiciales a los que han sido sometidos comuneros mapuche a este lado de la Cordillera de los Andes. “Si aquí [en Argentina] no hay garantías, creemos que del otro lado, mucho menos. El pueblo Mapuche ha sido reprimido desde hace muchísimo tiempo en lo que hoy es Chile y la verdad es que no creemos que hayan garantías de un debido proceso. La Justicia chilena no ve al lonko como un mapuche, sino como un argentino, y es muy racista en ese sentido”, sostiene Romina Jones Huala.
“Es una persecución política”
Desde el penal de Esquel, el lonko Jones Huala ha tomado contacto con distintos medios trasandinos. A radio Zona Libre dijo que “todo el mundo sabe que esto es una persecución política”. En este sentido, consultamos a Romina por los elementos que toman en consideración para postular que Facundo es efectivamente un preso político.
Ella sostiene que la segunda detención, la del 27 de junio de 2017, fue acordada por el presidente Mauricio Macri y la presidenta de Chile, Michelle Bachelet. «Él ya había atravesado un juicio de extradición en el 2016, el cual fue declarado nulo, porque se comprobaron torturas a comuneros mapuche, exigiendo información acerca del paradero del lonko, cuando ni siquiera Chile había enviado ningún pedido de extradición ni nada. Este segundo juicio, que es ilegal, porque no se puede juzgar dos veces a una persona por un mismo hecho, lo demuestra. Se supone que un juicio de extradición se tiene que realizar en menos de dos meses y el lonko Facundo Jones Huala lleva más de ocho meses detenido”, argumenta.
“Todo el circo que armaron en torno a su juicio, la cantidad de efectivos de todas las fuerzas represivas de Argentina, como la Gendarmería Nacional, la Policía de Seguridad Aeroportuaria, la Policía Federal, la Policía de la Provincia, estaban todos apostados en el marco de este juicio para reprimir, porque están creando un enemigo interno que es el pueblo Mapuche, donde nos tildan de terroristas, de violentos”, añade la familiar del dirigente encarcelado.
Sobre este punto profundiza y aclara que “la lucha del pueblo Mapuche tiene que ver con la preservación del territorio y hay muchas personas en Puelmapu, en lo que hoy es Argentina, que luego de la desaparición forzada del compañero Santiago [Maldonado], quien se encontraba pidiendo la libertad del lonko Facundo, pudo conocer un poco cuál es la realidad de nuestras luchas y sumarse a nosotros a exigir la libertad del lonko y a proteger los territorios que hoy están siendo usurpados por grandes terratenientes capitalistas, como es en el caso nuestro, en el Pu Lof en Resistencia, del magnate Luciano Benetton”.