«Somos trabajadores de la cultura, sostenemos con nuestra tarea cotidiana la preservación y divulgación del patrimonio (pasado y futuro) de nuestros pueblos. No vamos a aceptar el desmantelamiento de las estructuras de trabajo que hacen posible esos resguardos», rezaba el panfleto que convocaba a la manifestación llevada a cabo hoy, en las afueras del Museo Nacional de Bellas Artes en Capital Federal, donde los empleados que desarrollan tareas en distintos museos expresaron su disconformidad con las políticas públicas del gobierno de Macri destinadas al sector.
Con exposiciones, obras de teatro y recitales al aire libre, los trabajadores de la esfera estatal de la cultura denunciaron los más de 500 despidos que hizo dicha cartera (150 de los cuales pertenecían a museos) y exigieron su inmediata reincorporación. Además, pidieron por el pase a planta permanente a los empleados precarizados y que se detenga el vaciamiento a los programas culturales que afectan también a los museos.
“Por otra parte, hay una situación de desgobierno del ministerio: no se baja ningún tipo de directiva ni de planificación para los primeros meses del año”, contó Verónica Jeria, licenciada en Museología, trabajadora del Museo Etnográfico FFyL-UBA e integrante de la Asociación de Trabajadores de Museos, en diálogo con Página/12.
El festival fue organizado, entre otros, por la Asociación de Trabajadores de Museos, y los trabajadores del Archivo del Ministerio de Justicia, Casa Nacional del Bicentenario, Centro Cultural Néstor Kirchner, Comisión Nacional de Monumentos, de Lugares y de Bienes Históricos, Dirección General de Música de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Dirección Nacional de Patrimonio y Museos, Fondo Nacional de las Artes, Museo Casa de Ricardo Rojas, Museo de Arte Moderno, Museo Nacional de Bellas Artes.