Los técnicos del FMI llegaron esta semana a Argentina para evaluar actual coyuntura política y económica y las perspectivas del acuerdo financiero suscrito con la nación suramericana
El ministro de Hacienda de Argentina, Hernán Lacunza, anunció este miércoles que el Gobierno buscará reestructurar la deuda pública y reperfilar los plazos de vencimiento de la deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI), tras reconocer la imposibilidad de afrontar los compromisos adquiridos.
De este modo, la administración de Mauricio Macri condujo a la nación suramericana a una nueva cesación de pagos.
Una semana después de asumir la cartera de Hacienda, Lacunza anunció que se debe renegociar el acuerdo con el FMI y no informó si habrá un nuevo desembolso del organismo, como estaba previsto se hiciera el mes próximo.
El Ministro argentino presentó cuatro puntos que buscan extender los plazos de vencimientos de los instrumentos de deuda suscritos con los bonistas y bancos, así como el pacto con el organismo financiero multilateral.
El primer punto corresponde a una renegociación de los plazos de de vencimiento de la deuda a corto plazo para tenedores de títulos públicos, con un extensión de tres a seis meses.
La segunda medida es el envío al Congreso de un proyecto de ley para la reestructuración de la deuda local, la cual se realizará sin quita de capital o intereses, contraviniendo la ley de administración financiera.
El tercer anuncio incluye una extensión de vencimientos de bonos en moneda extranjera.
El último punto se refiere inicio de conversaciones para un «reperfilamiento» de los vencimientos con el FMI. Se prevé que se desarrolle un proyecto de Ley que será enviado al Congreso.
En las declaraciones que ofreció Lacunza a la prensa quedó en evidencia que el gobierno de Macri sigue intentando responsabilizar a la oposición por su fracaso político y económico, en vez de asumir sus errores.
«Todas las fuerzas políticas queremos ganar las elecciones, pero no es excusa para poner en riesgo la estabilidad de todos los argentinos», expresó el Mandatario al tiempo que pidió el respaldo de todas las fuerzas políticas para avanzar en la restructuración de la deuda.
«Nadie puede solo, ni un presidente ni un legislador», subrayó.
Más deuda y riesgo de default
Los 44.867 millones que desembolsó el FMI a Argentina ya fueron utilizados en su totalidad por el Gobierno de Macri para el pago de deudas y no cuenta con los recursos para cumplir con los vencimientos de capital e intereses en las condiciones pactadas.
Esto es un síntoma del daño que el empresario causó a la economía de su país con la aplicación de medidas neoliberales de contracción y austeridad.
“La megadevaluación macrista arrojó la economía a un escenario de imposibilidad de pagar la deuda. Es impactante la caída. Macri recibió una economía desendeuda, con muy buenos indicadores de solvencia y sustentabilidad, para entregarla en default, y lo hizo en apenas dos años. Pudo sobrevivir desde abril del año pasado por el inmenso préstamo del FMI, avalado por Estados Unidos y Donald Trump. Pero esos dólares se acabaron”, indicó el economista argentino Alfredo Zaiat, en un artículo publicado en Página 12.
Según el analista, el anuncio de Lacunza busca evitar un default descontrolado, y planteó una cesación de pagos ordenada.
Explicó que el Ministro de Hacienda intentó “maquillar el default” bajo la propuesta de extender los vencimientos de la deuda de corto y largo plazo, de legislación local e internacional.
“No alcanzan los dólares y el macrismo lanzó a la economía a la insolvencia. El indicador que expone esa vulnerabilidad es la relación Deuda/PIB. Lo recibió con la cifra de 37,6 % y a lo largo de estos casi cuatro años lo fue empeorando, hasta superar ahora el 100 %. Es decir, el total de la deuda del sector público es equivalente al PIB. Y con un horizonte inmediato de una mayor caída”, advirtió Zaiat.
FMI reconoce el fracaso de Macri
Los técnicos del FMI llegaron esta semana a Argentina para evaluar actual coyuntura política y económica y las perspectivas del acuerdo financiero suscrito con la nación suramericana.
La comitiva liderada por el Jefe de la misión para Argentina, Roberto Cardarelli, y Alejandro Werner, director del Departamento para el Hemisferio Occidental del organismo, se reunió con Lacunza para analizar la situación; y también con el equipo del abanderado del «Frente de Todos» y ganador de las elecciones primarias, Alberto Fernández.
En el encuentro con Fernández y sus asesores, los representantes del FMI reconocieron que Macri no tiene capacidad para poder sortear la crisis económica argentina.
«Macri no solo no tiene poder, tampoco tiene la capacidad para manejar este momento», expresaron los enviados del Fondo, según reporta El Destape.
Advirtieron que existe un «vacío de poder» en Argentina tras las elecciones primarias del pasado 11 de agosto, ya que observan que hay un presidente (Macri) que tiene legitimidad pero ya no tiene poder, mientras hay un candidato (Fernández) que tiene poder pero aún no tiene legitimidad.
Sin embargo, de puertas para afuera, el FMI reaccionó con cautela al “perfilamiento” de la deuda anunciado por el Gobierno y dijo que “está en proceso de analizarlas y evaluar su impacto”.
Señaló que eran “pasos importantes para hacer frente a las necesidades de liquidez y para salvaguardar las reservas” y que “el personal permanecerá en estrecho contacto con las autoridades en el período adelante y el Fondo seguirá al lado de la Argentina en estos momentos desafiantes”.
¿Y los 5.400 millones de dólares?
El próximo giro del FMI a Argentina por 5.400 millones de dólares debería producirse durante la segunda mitad del mes de septiembre.
Por tal motivo, había una gran expectativa sobre si la visita de los técnicos del organismo esclarecería si se iba a dar o no el desembolso. La comitiva se marchó y no dijo nada sobre el tema, lo que causó temor en el mercado financiero argentino.
Lo cierto es que luego de evaluar los números de la economía argentina, la misión debe elaborar un informe que será revisado por el directorio ejecutivo para que el giro pueda ser concretado o rechazado.
Para intentar calmar al mercado, desde el Ministerio de Hacienda se muestran optimistas en que el dinero ingresará.
“Confiamos en que las cuentas están en regla para que se concrete el próximo desembolso previsto en el acuerdo con el FMI (…) Tenemos un diálogo muy fluido con los representantes del FMI. Seguimos trabajando la parte técnica con ellos y están revisando los números”, señaló el despacho.
Si, como asegura el Gobierno, se concreta la próxima operación, el organismo multilateral habrá desembolsado el 88 % de los 57.000 millones de dólares acordados.
El próximo gobierno recibirá una suma que ronda los 7.000 millones de dólares y, si no se renegocian los términos del acuerdo, deberá empezar a cancelar el financiamiento a partir del segundo semestre de 2021.
El temor del mercado tiene fundamentos, ya que el existen dos casos recientes en los que el Fondo suspendió transferencias: Túnez en 2017 y Mozambique en 2016.
“El tamaño de los créditos y su relevancia en la cartera del FMI eran insignificantes frente a la magnitud (y riesgos) asociados al préstamo pactado con el Gobierno de Mauricio Macri”, reseña Página 12.
Hasta diciembre los vencimientos de deuda argentina suman 10.000 millones de dólares y sin liquidez el default sería más que inminente.
Sin embargo, hasta ahora el respaldo explícito del gobierno de EE. UU. ha sido determinante para garantizar el acceso al préstamo más grande en la historia del FMI, y algunos apuestan a que Macri haga una llamada telefónica a Trump para que éste ordene el desembolso, en un momento tan crítico para su administración.
“Los técnicos del FMI están enojados, porque el Gobierno ha estado tomando medidas que comprometen objetivos fiscales sin consultarlos. Pero bloquear los 5.400 millones sería bastante parecido a mandar el país al default”, indicó el analista económico Arcadio Oña en un artículo publicado por El Clarín.
Incertidumbre económica
En medio de megadevaluación, inflación, paquetes de medidas y reestructuraciones de deuda, la economía argentina se encuentra sumergida en un espiral de caos.
El riesgo país de la nación suramericana superó otro récord en 14 años al llegar a los 2.112 puntos, un aumento de 5,5 por ciento. Mientras que la probabilidad de que caiga en incumplimiento de pagos de deuda en los próximos cinco años aumentó a 89%.
Por su parte, el peso se depreció 3,4 %, y el dólar pasó a cotizar a 60 unidades para la venta.
La escasez de divisas es uno de los más grandes temores, las exportaciones de los siete primeros meses de 2019 sumaron 10.000 millones de dólares menos que las de 2011, o sea, las de hace 8 años.
A lo que se suma la fuga de divisas, en los últimos 15 días el sector privado retiró 2.711 millones de dólares de depósitos de los bancos.
Entretanto, los movimientos sociales argentinos se mantienen en las calles protestando para que Macri y su Gobierno realice políticas que permitan atender la crisis social y económica que afecta a la población.
El plan de Fernández
Alberto Fernández tiene todas las papeletas para resultar ganador en los próximos comicios de octubre y tendrá la responsabilidad de ponerle fin a la vorágine neoliberal de la era macrista.
El abanderado del Frente de Todos se reunió con los técnicos del FMI, y dijo que buscaría mayor libertad de Argentina con el organismo y no seguiría el plan de ajuste y austeridad.
Advirtió que si llega a la Casa Rosada está dispuesto “a reformular el acuerdo”, pero dejó sobre la mesa que tendrá que haber otras reglas de juego.
“Le transmití al FMI nuestra disposición a reformular los acuerdos sin exigirle más esfuerzos a nuestro pueblo”, indicó Fernández.
Criticó que no se haya supervisado el cumplimiento del acuerdo firmado entre el gobierno de Mauricio Macri y el organismo de crédito internacional.
Durante el encuentro, el candidato también reiteró su preocupación por el hecho de que «los créditos otorgados por el FMI al Gobierno Nacional hayan sido utilizados, en gran parte, para financiar la salida de capitales».
“Ninguno de esos propósitos, que son compartidos, han sido logrados. La deuda pública se incrementó al igual que la inflación, el desempleo y la pobreza, mientras que el PIB ha caído el 5,8 % en el primer trimestre del año. Es más que evidente cuan lejos está Argentina de empezar a crecer si se sigue este camino”, indicó.
En un comunicado apuntó que «quienes han generado esta crisis, el Gobierno y el FMI, tienen la responsabilidad de poner fin y revertir la catástrofe social que hoy atraviesa una porción cada vez mayor de la sociedad argentina. Para ello deberían arbitrar todos y cada uno de los medios y las políticas necesarias».