El presidente de Argentina, Mauricio Macri, parece tener oídos sordos cuando se trata de escuchar las exigencias de los sindicatos. Mientras este lunes se desarrollaba la tercera huelga general en contra de sus medidas económicas, él aseguraba desde la ciudad de Tandil (centro) que: «El paro no contribuye a nada. No suma».
Macri aseguró que «no creo que haya existido un gobierno en décadas con tanta preocupación por el empleo, por los trabajadores, por generar nuevas oportunidades, por fortalecer los empleos que tenemos y crear nuevos”.
De acuerdo con agencias internacionales y reportes de las centrales sindicales, la convocatoria a paralizar las actividades para exigir el cese de los tarifazos y despidos y rechazar el acuerdo con el FMI fue contundente y tuvo un alto acatamiento.
Es la tercera protesta, desde diciembre de 2015, de la Confederación General del Trabajo (CGT), en contra del gobierno del presidente Macri. La misma se decidió el 12 de junio pasado y contó con la participación de los gremios del transporte urbano de pasajeros, de trenes, de la aviación, bancos, docentes, camioneros, recolectores de basura, correos, empleados de comercio, del poder judicial y estatales.
Las centrales obreras piden que se les tome en serio, pues consideran que ya «agotaron todas las instancias en los diversos planos institucionales», no les dieron alternativas y se vieron obligadas a llamar a la paralización de las actividades.
Las declaraciones del jefe de Estado siguen lejos de la realidad. «Todos me dicen ‘gracias, presidente, nunca se habían sentado con nosotros a escuchar nuestras necesidades para poder crecer.’ Se generaron más de 600 mil puestos de trabajo, tenemos una Argentina en crecimiento”, afirmó este lunes cuando recorría las instalaciones del Hospital de Niños «Doctor Debilio Blanco Villegas», de Tandil.