«Me parece bien que los jueces se animen a defender el valor de la ley», respondió Mauricio Macri cuando un puñado de medios internacionales, entre ellos The Guardian de Inglaterra y El País de España, le preguntaron por la situación de Milagro Sala.
La dirigente social se encuentra detenida en San Salvador de Jujuy por una acusación del gobernador radical alineado con el macrismo, Gerardo Morales, por «instigación al delito» a partir del acampe que la Tupac Amaru junto a otras organizaciones llevan adelante hace mas de un mes frente a la sede del Poder Ejecutivo provincial.
Este hecho provocó el rechazo de organismos nacionales e internacionales, como por ejemplo la OEA, cuyo Secretario General expreso «preocupación» y Amnistía Internacional. En tanto, en el plano local se manifestaron movimientos sindicales, políticos y sociales bajo el signo de repudio a la «criminalización de la protesta social». El bloque del Frente Para la Victoria del Parlasur caratuló a Sala como «la primera presa política del kirchnerismo».
«Si ellos (la Justicia) creen que se viola la ley no tiene que haber favoritismos por más poderosos que sean los que juzgan, como el caso de Milagro Sala», argumentó el presidente. Y agrego: «Hace mucho tiempo que se hablaba de los abusos de poder de Milagro Sala y violaciones a la ley. Si hay jueces que han decidido que eso que el periodismo comentaba es verdad esto confirma que hay jueces dispuestos a hacer respetar la ley».
En ese sentido, Macri buscó despegarse de la decisión de la Justicia jujeña en sintonía con el gobernador perteneciente a su propia coalición política, el frente Cambiemos, al destacar que: «Hubo jueces independientes de Jujuy que no me consultaron a mí ni al Gobernador (Gerardo Morales)».