Misa por Milagro Sala: «Tenemos una hermana presa, presa política»

Los Curas en Opición por los Pobres celebraron una misa en el acampe en protesta por la detención de la dirigente social que se lleva adelante en Plaza de Mayo, Ciudad de Buenos Aires. La legisladora del Parlasur continúa presa en Jujuy, no por la acusación de "tumulto e instigación al delito", sino en el marco de una segunda causa por supuesta “irregular administración” de fondos públicos.

Misa por Milagro Sala: «Tenemos una hermana presa, presa política»

Autor: Estefanía González

Los únicos vencidos, corazón, son los que no luchan”, entonó la militancia popular durante la misa que los Curas en Opción por los Pobres brindaron ayer, al promediar la tarde del cuarto día de acampe en Plaza de Mayo por la liberación de la dirigente social jujeña Milagro Sala. “Mal que les pese, Milagro es su hermana”, predicó el padre Eduardo de la Serna dirigiéndose a “los CEOs” de la Casa Rosada, antes de explicar las razones de la comunión popular. “¿Saben qué pasa? –reflexionó el referente del espacio de religiosos–. Tenemos una hermana presa, presa política. Y nosotros no podemos no estar allí donde los pobres son maltratados.” Los aplausos estallaron bajo la gran carpa que ocupa el centro de la plaza y del acampe, donde la militancia se abrazó, lloró y recitó oraciones y alabanzas con los dedos en V y los puños apretados. Con “Todavía cantamos”, de Víctor Heredia, de fondo y mientras los curas repartían hostias y panes bendecidos, De la Serna lanzó la consigna de la tarde: “Hagámosle llegar al papa Francisco el pedido de no recibir a Macri hasta que liberen a Milagro”.

La misa tuvo como telón de fondo la continuidad de la detención de la referente de la Tupac Amaru y diputada del Parlasur que dispuso el juez Gastón Mercau, ya no por la causa original derivada del acampe que lleva 40 días frente a la casa de gobierno de Jujuy sino en el marco de una nueva acusación por supuesta “irregular administración” de fondos públicos. “Tienen presa a una mujer del pueblo, porque no se bancan que una mujer se organice con sus hermanos, con los negros”, definió el padre Ignacio Blanco, quien presidió la misa.

“Milagro está dando sus horas de libertad por el pueblo, por las tres T de Francisco, por tierra, techo y trabajo para su pueblo”, sostuvo el padre Francisco Veiro, conocido como “Tito”, quien leyó un fragmento del discurso del Papa frente a los movimientos sociales en Bolivia el año pasado, “esos mismos movimientos que están hoy acá exigiendo la libertad de Milagro”. “No nos vamos a achicar”, arengó. Y exclamó: ¡Libertad a Milagro Sala!”.

“Nos llenaron el espíritu para seguir peleando”, agradeció el referente de la Tupac Amaru de Buenos Aires, Alejandro Garfagni. “Como dice la Flaca (por Sala), ni un paso atrás”, dijo, a un costado de la mesa que oficiaba de altar. En su cuarto día, el acampe multiplicó el número de carpas, banderas y organizaciones, al tiempo que el Gobierno no dio hasta ahora signos de liberar a la dirigente. “Nos dio mucha energía. Anoche, con las noticias que llegan de Jujuy, sinceramente la pasamos muy mal, y ahora nos vamos con el corazón hinchado”, dijo a Página/12 el referente del Movimiento Evita, Emilio Pérsico. El tono emotivo de la misa aflojó las tensiones que surgieron tras las amenazas de desalojo (luego desmentidas) y abundaron los abrazos entre militantes y simpatizantes que se acercaron en apoyo.

Consultado sobre la posición del obispo de Gualeguaychú y presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Social de la Conferencia Episcopal Argentina, Jorge Lozano, en favor de las organizaciones sociales como la que encabeza Milagro Sala, Pérsico afirmó que se trata de “un gesto de peso de acercamiento a los movimientos sociales, con quienes tiene ya tiene una relación de respeto”. El referente del Evita opinó además que la entrevista que tendrá el Papa Francisco con Macri el 27 de febrero va a estar “ligada” a la liberación de Milagro. “Pobre Macri, va a tener que confesarse sobre todo lo que está haciendo”, ironizó.

Durante la misa, no faltaron las críticas al Gobierno. “El programa de gobierno de Jesús no se quedó en palabras, no se quedó en globos amarillos”, dijo Veiro. “Jesús fue ungido para liberar y proteger a los pobres, mal que le pese a algún CEO. A los CEOs les decimos ‘queremos una patria en que el pan, el trabajo, la dignidad y los derechos humanos sean para todos`”, expuso a su turno De la Serna.

El padre Ignacio Blanco, por su parte, recordó pasajes de la carta dirigida a Macri que los curas publicaron a principios de año, y aseguró que con la detención de la Sala y la criminalización de la protesta, “este gobierno amenaza la paz social”.

También hubo espacio para la reflexión sobre la “estigmatización” del acampe. “El que no dejare al padre o a la madre no es digno de mi”, citó a Jesús en un pasaje de la Biblia el padre Tito. “Cuando dicen que estamos acá para nada, al pedo… si supieran lo que se deja, lo que se sufre”, agregó. Y recordó a “aquellos que dieron la vida por el pueblo”, antes de que se cantara “Vamos a vencer”, la alabanza “favorita del Padre Mujica”.


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