A poco más de una semana de la visita de Obama a la Argentina, el embajador de Estados Unidos en Buenos Aires dio una entrevista de prensa en su domicilio particular en Barrio Parque.
Acerca del anuncio del gobierno de Estados Unidos sobre la desclasificación de documentos militares y de inteligencia sobre la dictadura cívico militar argentina, Noah Mamet dijo que es «un gesto de respeto por la fecha en que llega» Obama y agregó: «Sospecho que habrá una mención posiblemente (sobre el rol político de Washington en el último golpe de Estado ocurrido en nuestro país). Será de los aspectos más interesantes de la visita. Hemos pensado mucho para hacer una demostración de respeto».
Obama visita a la Argentina en una fecha sumamente sensible: el 24 de marzo se conmemora el golpe de Estado de 1976 que instauró la dictadura cívico-militar más sangrienta en el país. El viaje del presidente de los Estados Unidos en dicha fecha, suscitó fuertes críticas por parte de los organismos de derechos humanos.
El diplomático también habló sobre la agenda en general del jefe de Estado que incluye, en primer lugar, una reunión bilateral con Mauricio Macri, la subsiguiente conferencia de prensa, y una exposición en la Usina del Arte en el barrio porteño de La Boca ante estudiantes y jóvenes emprendedores que podrán realizarle preguntas abiertas a Barack Obama.
Mamet también hizo mención sobre la agenda paralela que llevará adelante Michelle Obama, ya que este viaje el presidente norteamericano lo realiza junto a su familia.
Sobre los anuncios comerciales, Mamet no generó demasiadas expectativas, pero sí resaltó el interés de su gobierno en tener una relación «mejor, más fuerte y cooperativa» con Argentina.
En cuanto al reciente avance en el acuerdo del gobierno de Macri con los fondos buitres y las posibles declaraciones de Obama al respecto, Mamet sólo dijo: «Las cosas están avanzando, hubo progresos últimamente». Y destacó el viaje del Secretario de Finanzas, Luis Caputo, y el vicejefe de Gabinete, Mario Quintana, a Nueva York como un «punto de inflexión» en las negociaciones.