Esta semana es crucial para Argentina, no solo por la cumbre de líderes del G20, que se desarrollará en esa nación del 30 de noviembre al 1 de diciembre, sino porque los sindicatos aeronáuticos encabezan un paro total por la decisión de las Aerolíneas de suspender a 376 empleados.
Los más afectados son los viajeros que tendrán que pautar sus vuelos para otro día, sobre todo en el aeroparque Jorge Newbery de la capital, puesto que la medida también se implementarán en las empresas Aerolíneas Argentinas y Austral.
La decisión de los gremios de rechazar la suspensión de los trabajadores, sirve para reclamar también una compensación salarial pendiente por la devaluación que sufrieron producto del alza del dólar en los últimos meses.
Rubén Fernández, de la Unión del Personal Superior y Profesional de Empresas Aerocomerciales expresó que los manifestantes «queremos dialogar y solucionar esto pacíficamente. El paro es el primer paso, se van a hacer otras medidas. Es un tema salarial por incumplimiento del acta firmada el año pasado y negarse a negociar la actualización de la nueva paritaria (convenios salariales)».
Se estima que los gremios refuercen las interrupciones intermitentes del servicio que inició hace varias semanas por otra protesta, cuyas acciones serán decisivas en respuesta a la represalia de las aeronáuticas contra los empleados que paralizaron más de 200 vuelos el 8 de noviembre.
Las autoridades de las corporaciones notificaron las suspensiones el martes pasado vía telegrama y dentro de las sanciones se incluye que entre 10 y 15 días laboral no habrá pago del salario.
«Sancionar por una protesta está condenado por la Organización Internacional del Trabajo. Sancionar por un reclamo a trabajadores a los que les pagaron mal el salario es totalmente injusto, ilegal e inconstitucional«, indicó Fernández.
El reclamo salarial que venían realizando la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA), la Unión de Aviadores de Líneas Aéreas (UALA), la Asociación del Personal Técnico Aeronáutico (APTA), la Unión de Personal Superior Aeronáutico (UPSA) y la Asociación del Personal Técnico (APA), se transformó en el disparador que buscaba el Gobierno nacional para acelerar su plan de destrucción de la aerolínea de bandera, reseñó el portal página 12.
Sin embargo, el Ministerio de Transporte junto a un grupo de medios de comunicación aprovecharon el conflicto para agudizar la confrontación entre pasajeros y trabajadores, mientras que el presidente de Aerolíneas Luis Malvido hizo su aporte al ordenar la suspensión de 376 trabajadores que participaron de las asambleas.
Los funcionarios macristas y el ministro Dietrich habían anticipado en la reunión anual de la Asociación Latinoamericana y Caribeña del Transporte Aéreo que se realizó en Panamá que serían revisadas las aerolíneas y la política en este sector, puesto que la línea bandera ésta en riesgo.
Plan de lucha
Los gremios aeronáuticos consensuaron un plan de lucha que incluye el paro que comenzó la medianoche de este lunes y ante esto, el ministro Sica pretendía decretar una conciliación obligatoria pero ha sido “incompetente” porque la orden presidencial es dejar todo en manos de Dietrich, quien apuesta y ordenó un lock out al suspender todo el servicio aerocomercial de Aerolíneas y Austral.
La decisión favorable para las otras líneas aéreas y sobre todo a las low cost porque Aerolíneas bien puede redireccionar a sus pasajeros a esas empresas. No obstante, los pilotos de APLA en LAN anunciaron que no iban a aceptar que sumen vuelos y ellos sólo iban a cumplir sólo con los programados.
El paro de este lunes no será la única de las actividades que realizarán los gremios aeronáuticos con experiencia en la defensa de la existencia y continuidad de la línea aérea de bandera y que históricamente libraron una batalla en los noventa cuando incluso no eran cinco sino seis gremios que lograron la reestatización de Aerolíneas.
Para este martes entre las cuatro y las siete de la mañana se realizarán asambleas en todos los gremios, que integran la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte. La CATT, que lidera el portuario Juan Carlos Schmid, sumó la defensa de Aerolíneas y la solidaridad con los gremios del sector a esas asambleas que provocarán que hasta el mediodía haya inconvenientes con el transporte público, incluido el aerocomercial.
Estas medidas de acción directa bien podrían provocar la reacción del ministro Sica, pero tampoco tiene planeado hacerlo y prefiere abstenerse.
En los próximos días, se apreciarán a más sectores demandando sus mejoras salariales y rechazando las medidas del Gobierno de Mauricio Macri, quien trabaja de la mano del Fondo Monetario Internacional, para la implementación de políticas neoliberales que continúan asfixiando a la población.
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